El Tribunal de Cuentas ha decidido abrir diligencias preliminares sobre la gestión de RTVE en 2010 y 2011 por "irregularidades en materia de contratación, por pagos indebidos en materia de retribuciones de personal y por deficiencia y falta de justificación de gastos". Así lo ha confirmado el presidente de la entidad fiscalizadora, Ramón Álvarez de Miranda, durante la presentación del informe de fiscalización de la Corporación de RTVE y de sus sociedades, correspondiente a los ejercicios 2010 y 2011 (etapa presidida por Alberto Oliart mayoritariamente), y que fue aprobado por el pleno del Tribunal el 30 de enero, ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para las relaciones con el Tribunal de Cuentas.
Entre otros puntos, este trabajo refleja las "irregularidades" detectadas en la política retributiva a algunos directivos de TVE durante el mencionado periodo, así como "importantes incumplimientos de la legislación vigente" en la política de contratación de personal temporal. Se achaca también a la pública una falta de control sobre los contratos con productoras externas en el mismo periodo, además de recomendar al Gobierno una modificación de la Ley de financiación de RTVE.
En relación con los pagos realizados al personal directivo en concepto de retribuciones variables, Álvarez de Miranda ha explicado que las mismas llegaron el 20% de la cantidad fija anual, a pesar de que el cumplimiento de los objetivos llegó al 70% en 2010 y no se determinó en 2011.
Asimismo, ha resaltado que se puso de manifiesto que las indemnizaciones por cese de 26 directivos habían sido "muy superiores" a las que les hubieran correspondido de acuerdo con la normativa laboral vigente.
Sobre la incorporación de personal temporal, el presidente del órgano fiscalizador ha indicado que se han detectado "importantes incumplimientos legales", como la contratación de personal no incluido en el Banco de Datos previsto en el Convenio Colectivo; contratos que no especificaban el periodo de prueba, así como "concatenaciones" de contratos eventuales y contratos por obra, además de contrataciones que excedieron de la duración máxima legal.
"Se abonaron complementos que resultaban incompatibles o por un importe superior al previsto en la normativa interna, incumplimientos que también se producían en el abono de dietas", ha agregado.
Durante su intervención, Álvarez de Miranda ha señalado también que se han aportado a la jurisdicción penal los elementos necesarios para abrir procedimientos relativos a la contratación irregular de alguna corresponsalía, así como por la adquisición de un inmueble en el centro de RTVE de Salamanca y por la renuncia, cesión y simultánea adquisición de un inmueble por el centro de RTVE de Valladolid.
Según ha detallado, en la justificación de gastos de las corresponsalías se detectaron "ciertas deficiencias" en gastos de carácter personal de menor cuantía y "difícil justificación", comisiones de servicios sin la preceptiva autorización, alojamiento en hoteles de superior categoría a la del régimen normal previsto, gastos sin factura justificados mediante recibís y gratificaciones abonadas sin su adecuada autorización.
Por lo que respecta al personal de la Corporación, ha apuntado que la plantilla aprobada en 2006 quedó fijada en 6.400 trabajadores, habiéndose incumplido este límite máximo al contar con 6.410 empleados en 2010 y 6.517 trabajadores a finales de 2011.
Asimismo, ha precisado que se produjeron "graves incumplimientos" en los contratos de adquisición de derechos de autor suscritos con distintas entidades de gestión, especialmente en los contratos suscritos por TVE y RNE con la SGAE.
En el capítulo de las recomendaciones, Álvarez de Miranda ha coincidido con los grupos de la oposición en la necesidad de desarrollar el contrato-programa, tal y como se desprende del informe de fiscalización de la Corporación en los años 2010 y 2011, un instrumento pendiente por ley desde 2006 y que a su juicio facilitaría una "mejor programación", así como la labor de control del Tribunal.
"En él deben concretase los objetivos para el cumplimiento de su función de servicio público y otros aspectos como su financiación, los indicadores de cumplimiento y su control, dotándola de un modelo de gestión orientado a la racionalización de costes y a la adaptación a las nuevas áreas de actividad de la empresa", ha relatado.
El presidente del Tribunal de Cuentas ha resaltado también que se recomienda modificar la Ley de Financiación de RTVE de 2009 para incentivar la obtención de los ingresos comerciales, en aquellas actividades en las que RTVE podría haber obtenido mayores ingresos, eso sí, siempre de acuerdo con los límites de la legislación, es decir, que no procedan de la publicidad ni de la televenta en cualquiera de sus fórmulas.
La fiscalización que el Tribunal de Cuentas ha realizado sobre RTVE se ha efectuado sobre 2010 y 2011, años de legislatura socialista. Así, el portavoz del PSOE en el Congreso en la materia, Juan Luis Gordo, ha resaltado que este informe pone de manifiesto no sólo la solvencia del actual modelo de financiación, sino también la "mejora de la gestión" en relación con los anteriores informes de fiscalización de los años 1996 a 1999, y 2002-2004 (legislaturas populares).
En su opinión, los ejercicios 2010 y 2011, en un sentido estrictamente contable, "presentan superávit en el presupuesto de explotación", al mismo tiempo que una solvencia técnica y jurídica que "está avalada por la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo sobre el modelo de financiación de la radio televisión pública francesa, modelo sobre el que se sustenta el español".
Álvarez de Miranda ha subrayado que la gestión de RTVE "no es una sorpresa" ya que lleva "más de 15 años dando problemas" en diversos ámbitos, como en los programas de producción interna y externa, aunque hay cuestiones que sí han mejorado por el cambio de los modelos que se han producido.
Frente a las críticas del diputado del PSOE, el responsable de fiscalizar la Corporación de RTVE ha insistido en que "no es inusitada" la celeridad con la que se ha hecho este informe, porque no hay ninguno que esté retrasado, ni en este campo se ha trabajado más rápido que en otros asuntos.