'La Tuerka News' no tenía "ninguna intención" de "humillar" a las víctimas del terrorismo

El director del programa La Tuerka News, Facu Díaz, ha expresado su "solidaridad" con las víctimas del terrorismo y ha asegurado que nunca quiso "humillarlas" cuando hizo un vídeo de humor en el que comparaba al Partido Popular (PP) con la organización terrorista ETA y anunciaba el cese de su "actividad armada y la entrega de las armas". Díaz, que ha declarado durante apenas cinco minutos ante el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, fue imputado por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo, a raíz de una denuncia que la asociación Dignidad y Justicia (DyJ) presentó por un sketch en el que el humorista anunciaba que varios miembros del PP "se integrarán en Vox y UPyD" y pedía que "no se les señale y recuerde su pasado". "Respect", solicitaba.

Dignidad y Justicia ve en esta referencia una alusión al exfuncionario de Prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA y actualmente integrado en Vox, y a Maite Pagazaurtundua, hermana de un asesinado por la banda, que milita en UPyD, como ha recordado su presidente, Daniel Portero, al término de la declaración judicial.

Gómez Bermúdez ha archivado la causa al entender que el vídeo no supuso una humillación a las víctimas del terrorismo, "sin hacer juicios valorativos sobre el buen o mal gusto de la escenografía usada o sobre el uso de algo tan terrible como el terrorismo para hacer un espacio de humor".

A su salida de la Audiencia Nacional, el compañero de productora del líder de Podemos, Pablo Iglesias ha señalado que no tuvo "ninguna intención" de humillarlas sino que únicamente pretendía "reírse de la actualidad". "Es un sketch que está situado en la semana de la operación Púnica y pretendía denunciar la corrupción en el PP", ha señalado antes de apuntar que "nunca va a faltar" su "solidaridad con cualquier víctima de cualquier tipo de terrorismo". "Prefiero explicarme todas las veces que haga falta antes de acabar en una situación como ésta, que no es agradable para nadie", ha afirmado.

En relación con la estética del vídeo, ha apuntado que "ya se ha utilizado antes en otros sketches humorísticos sketches y que no tiene nada de nuevo". "En todo caso, estoy aquí por ser poco original, no por humillar a las víctimas", ha dicho.

Tras la declaración, Díaz ha mantenido un tenso diálogo con Portero, que le ha explicado que su actuación no tenía ninguna "intencionalidad política" sino que pretendía salvaguardar "el honor de víctimas" como Ortega Lara y Pagazaurtundua, que se había visto "dañado".

En este sentido, ha explicado que la denuncia no se debe a la comparación entre el PP y ETA, que aunque sea "de mal gusto" no es, a su juicio "delictiva", sino a la referencia a los dirigentes populares que se han ido de esta formación a VOX y UPyD.

Díaz, por su parte, le ha indicado que se había "equivocado" al presentar la denuncia y que, si no tenía "intencionalidad política", no debería haber nombrado en el texto que presentó ante el juez a ninguna formación política. "Te pido que este tipo de cosas no se vuelvan a repetir", le ha dicho. En este punto, Portero le ha pedido "disculpas" por haber presentado la denuncia aunque ha mantenido su opinión.

En el vídeo, un supuesto dirigente del PP utilizaba la escenografía habitual de ETA en la lectura de sus comunicados para anunciar, encapuchado y junto a una fotogragía del exsecretario general madrileño, Francisco Granados, "el cese de su actividad armada y la entrega de las armas".

El supuesto dirigente popular también indicaba que la formación iba a diversificar su actividad y extenderla a "la trata de blanca, el tráfico de armas y otras oportunidades para los 'entrepeneurs'", al tiempo que reclamaba "el acercamiento de sus presos a Andorra o a algún sitio donde se coma bien y la entrega inmediata de las cuentas suizas dentro de un proceso verificado por un comité independiente, que podría ser la dirección de Telemadrid".

A cambio reclamaba la puesta en libertad del "ideólogo" Luis Bárcenas y anunciaba la reconversión de la sede del PP en la calle Génova en "una clínica abortista para mujeres de derechas que deseen toda la discreción del mundo".