RTVE tiene dos plantillas: una de 6.400 empleados -con un coste anual cercano a los 400 millones de euros- y otra de 4.000 (que cuesta cien millones). Estos últimos son los trabajadores acogidos al Expediente de Regulación de Empleo que la radiotelevisión estatal ejecutó hace una década con el objeto de hacer más eficiente la compañía.
Pero, según ha afirmado el presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez, en una comparecencia en el Senado, este proceso solo ha desembocado en "un perjuicio que, en el cómputo global de los 15 años de duración, superará los 1.700 millones de euros".
Sánchez ha sustentado esta afirmación en un reciente Informe del Tribunal de Cuentas, según el cual, "entre otras disfunciones", un trabajador acogido al ERE "puede cobrar más dinero que si continuara en activo porque, entre otras razones, el pacto alcanzado por los sindicatos aseguraba a los trabajadores acogidos una subida del 2,5%. Se deduce de este informe que el cambio de modelo de gestión que se pretendía propiciar con la creación de la Corporación nunca tuvo lugar", afirmó.
Sánchez ha denunciado la "descapitalización" y el daño irreparable que este ERE supuso, al permitir la salida de los trabajadores mayores de 52 años con independencia de cualquier otro criterio.
El presidente de RTVE ha recordado que, según una consultora externa que se contrató en aquel momento, se definió la plantilla objetiva de la radiotelevisión estatal en 4.765 personas, de los 9.200 trabajadores que había en aquel momento, un 48% menos.
"Pero los 4.700 acabaron convirtiéndose en 6.400", ha insistido Sánchez, que ha lamentado "la pérdida de capital humano provocada, aptas para "este tipo de trabajo creativo".
Asimismo ha cuestionado la comisión mixta de interpretación y aplicación del ERE de la que formaban parte cinco representantes de la dirección acogidos al expediente, y convertidos de esta manera en juez y parte.
"El Tribunal de Cuentas establece que la mencionada comisión mixta se excedió claramente de sus competencias, generando un incremento del gasto cuya cuantía no se ha podido establecer ni siquiera de una manera aproximada",ha añadido.
El acuerdo preveía 1.358 puestos de trabajo fijos en 2007 y 2008, que pasarían a fijo 450 de los 1.124 contratos temporales. Pero a fijos solo pasaron 866.
Por último, otro de los objetivos incumplidos ha sido el de rejuvenecer la plantilla: se han incorporado 39 personas mayores de 50 años, seis de ellos con más de 60.
"Parece que" el ERE "no fue, según el propio Tribunal de Cuentas, la decisión más acertada", ha concluido Sánchez. "Pero por lo menos que sirva de aprendizaje para que en el futuro estas cosas no se repitan".