Ya había recibido asistencia psicológica antes del la final del pasado sábado. Pero acabado el programa, Susan Boyle ha estallado.
La escocesa de 48 años, , ha ingresado de urgencia en la clínica Priory de Londres para recuperarse de su agotamiento, según el .segunda en el Britain's got talent de la cadena ITVdiario sensacionalista The Sun, uno de los que contribuyó a encumbrarla y a devolverla al fango
"Después de la gala del sábado, Susan está agotada y emocionalmente molida", reconoció en un comunicado la productora TalkbackThames. "Fue examinada por su médico personal, quien la animó a tomarse unos días de descanso y de convalecencia. Seguimos ofreciéndole nuestro apoyo y le deseamos una pronta recuperación", agregó la compañía.
El equipo de Britain's got talent se puso el domingo en contacto con la Policía porque Boyle actuaba de manera extraña en el hotel londinense donde estaba hospedada.
La policía indicó que Boyle había aceptado voluntariamente su traslado en ambulancia al hospital.
La solterona escocesa se convirtió hace poco más de un mes en una sensación mundial, tras presentarse al casting del programa británico de cazatalentos Britain's got talent con una emocionante interpretación de I dreamed a dream (Soñé un sueño), del musical Los miserables. El sábado despertó del sueño, derrotada por los jóvenes bailarines de Diversity,
En estas semanas ha quedado probada la capacidad de la televisión para cambiar la vida de las personas.
De ser una parada que vivía con su gato en una pequeña localidad de Escocia, donde empleaba su tiempo entre la iglesia como voluntaria y de vez en cuando deslumbraba a los parroquianos del karaoke local, y esperaba a que algún hombre la besara por primera vez, Boyle pasó a ser un gran fenómeno mediático.
Fue un gran éxito de los responsables del programa, que desde la primera gala supieron vender el encanto de esta mujer poco agraciada -pero con una voz prodigiosa. Se le apodó el ángel peludo.
Fue ensalzada por la poderosa prensa sensacionalista británica, que explotó su imagen de segundona convertida en famosa y que posteriormente difundió todo tipo de rumores e informaciones acerca de Boyle, como sus supuestos arranques de ira cuando el jurado aplaudía otras actuaciones o una presunta agresión a un periodista.
Esas noticias fueron las que finalmente retiraron a Boyle el favor de los espectadores.
Así lo constataron también las casas de apuestas, que en los días previos a la gran final vieron cómo la victoria de Susan Boyle empezaba a pagarse a un precio más alto.
Un portavoz de la casa de apuestas William Hill dijo a la agencia PA que la derrota de Boyle "es el revés más grande que recordamos en lo que se refiere a los concursos de televisión".
En cualquier caso, todo parece indicar que la escocesa tiene su vida resuelta, porque ha firmado ya millonarios acuerdos con casas discográficas para grabar y para realizar una gira por el Reino Unido y por Estados Unidos, en la que podría ganar 8,9 millones de euros.