'Lo que escondían sus ojos': pasiones y traiciones en el Madrid de la posguerra
En una compleja época de la Historia de España, en la que el fin de la Guerra Civil y el inicio de la II Guerra Mundial situaron al país en una encrucijada, un ministro y una aristócrata protagonizaron el mayor escándalo de la posguerra. El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Franco y arquitecto del Movimiento Nacional, Ramón Serrano Súñer, y la marquesa de Llanzol, una fascinante mujer avanzada a su tiempo, se vieron inmersos en un apasionado romance que aunque causó gran revuelo entre los exclusivos círculos sociales de la época, no llegó a trascender a la opinión pública. Este amor clandestino constituye el eje argumental de Lo que escondían sus ojos, miniserie de cuatro entregas protagonizada por Blanca Suárez y Rubén Cortada que Telecinco estrena el 22 de noviembre a las 22.30. Lo que escondían sus ojos
Basada en la novela homónima de Nieves Herrero y producida en colaboración con MOD (Niños robados), la ficción reúne en su elenco a destacados intérpretes como Emilio Gutiérrez Caba (Francisco de Paula Díez de Rivera y Casares, marqués de Llanzoly Ben Temple (Samuel Hoare).
Espionaje, romance y thriller conviven en las tramas de esta miniserie dirigida por Salvador Calvo (Los nuestros), escrita por Helena Medina (Niños robados) y en la que se dan cita personajes históricos y ficticios.
La historia comienza más de un año después de la guerra. Aristócratas y nuevos jerarcas del Régimen ansían distraerse y lucir sus mejores galas, ajenos a las penurias del resto de los españoles. Una mujer destaca por encima de todas: atractiva y sofisticada, luciendo vestidos de su modisto y amigo Balenciaga, su belleza no tiene rival; es Sonsoles de Icaza y León, esposa de Francisco de Paula Díez de Rivera y Casares, marques de Llanzol. De pronto, su mirada se cruza con la del hombre del momento, el flamante nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco. Fruto de la relación amorosa que vivieron nació una niña, Carmen Díez de Rivera, figura de enorme trascendencia 30 años después durante la Transición. Aunque su padre nunca la reconoció legalmente, el escándalo le costó a Serrano Súñer su carrera política cuando Franco le apartó del Gobierno para siempre.
Entre suntuosas residencias, fabulosos palacios, elegantes hoteles e instituciones oficiales transcurría la opulenta vida de los círculos sociales más exclusivos en el Madrid de 1940, escenarios que ha recreado Lo que escondían sus ojos en emblemáticas localizaciones de Madrid y San Sebastián. El Palacio Duarte de Madrid, el Museo Lázaro Galdiano y un inmueble de la localidad segoviana de El Espinar han representado la residencia principal de los marqueses de Llanzol, mientras que un chalet de Villafranca del Castillo ha recreado el domicilio de la familia Serrano Súñer.
Inmuebles palaciegos como la Quinta del Pardo y los Palacios de Santoña y de El Rincón; templos como la Iglesia de San Jerónimo el Real y la Real Basílica de San Francisco El Grande; instituciones militares como el Centro Cultural de los Ejércitos; el mítico restaurante madrileño Lhardy; centros académicos como la Escuela Técnica Superios de Ingenieros Agrónomos, y el Casino de Madrid, en el que se ha ambientado el primer encuentro entre Sonsoles de Icaza y Serrano Súñer, son otros de los escenarios de esta ficción. Además, en la playa de la Concha de San Sebastián se han rodado varias escenas de las vacaciones estivales de la élite aristocrática de la época.
"Este proyecto ha sido un regalo, por muchos motivos. En primer lugar por la época en la que se desarrolla: 1940, un importante momento histórico para España, con la Guerra Civil recién acabada y con la II Guerra Mundial iniciándose, periodo en el que el país estaba devastado por la guerra y los dos bloques -aliados y fascistas- intentaban involucrar a España. En ese contexto, surge una historia de amor auténtico que genera una enorme repercusión: el romance entre una aristócrata y un ministro", apunta el director de la miniserie, Salvador Calvo.
"Esta ficción muestra cómo vivió el bando ganador la postguerra, un periodo apasionante en el que en las fiestas y actos sociales se mezclaban el glamour . En el bando de ganadores, aparentemente sólido y homogéneo, abundaban las intrigas políticas entre falangistas, militares y monárquicos, ocasión que aprovechó Franco para aferrarse al poder utilizando a unos y a otros", añade.
"En mi tercer proyecto junto a Helena Medina tras Mario Conde. Los días de gloria. y Niños robados, la guionista ha sabido combinar con maestría el mejor thriller político con historias personales cargadas de sentimientos y de emoción, con un guion que incluye diálogos pulidos y reales que permiten llegar fácilmente a la naturalidad y verdad en las interpretaciones", subraya Calvo.
"La busqueda de los protagonistas no fue compleja, pero el trabajo para conseguir crear esos personajes sí lo ha sido. Son personajes complejos, llenos de aristas, con muchos defectos e imperfecciones, con luces y sombras, pero llenos de vida, haciendo que el espectador se identifique con ellos", explica.
"Blanca Suárez ha hecho un trabajo magistral, creando una marquesa a ratos caprichosa y snob y pureza a la hora de enamorarse. Creo que es uno de sus trabajos más maduros. Rubén Cortada, por su parte, ha afrontado el complicado reto de dar vida al cuñadísimo, el ministro más carismático de Franco, y lo ha superado gracias a su enorme capacidad de trabajo, tenacidad y energía positiva".
"Quiero destacar también la extraordinaria labor de Javier Gutiérrez y Pepa Aniorte, dos grandes actores que encarnan personajes tan complejos como los Franco, sin caer en clichés y dotándolos de personalidad, y el resto del reparto, así como la fotografía de Felipe Alba, caracterizada por los movimientos de cámara elegantes y los encuadres llenos de equilibrio y simetría", remata el realizador.
En el primer capítulo se ve cómo en 1940, concluida la Guerra Civil, los falangistas, militares y monárquicos se ven inmersos en un nuevo e implacable conflicto: la lucha por el poder, en la que las rivalidades y disputas se suceden en un Nuevo Régimen, tambaleante aún ante la delicada siatuación bélica europea. En este complejo entorno dos destacados nombres de la alta sociedad se sienten irremediablemente atraídos en una suntuosa fiesta: Ramon Serrano Súñer, seductor y misterioso ministro de Asuntos Exteriores, y la bella e impetuosa marquesa de Llanzol. En ese momento, ambos ignoran que se enfrentarán a la guerra más difícil de todas: la que tendrán que librar contra la sociedad vigilante y puritana de la época para poder amarse.
"Primero fue arrebato, luego pasión y llegó el enamoramiento". Así define Serrano Súñer su romance con Sonsoles de Icaza, affaire que se prolongó durante más de 15 años y del que nació Carmen Díez de Rivera. El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno franquista era el hombre más deseado de la España de los 40, mientras que la marquesa de Llanzol sobresalía entre las mujeres de la época gracias a su fascinante belleza y exquisito gusto. ¿Cómo se conocieron? ¿Qué consecuencias tuvo esta relación extramatrimonial en la carrera política de Serrano Súñer? ¿Cómo logró la dictadura franquista silenciar el mayor escándalo amoroso de la posguerra? ¿De qué manera afectó esta relación clandestina a Carmen Díez de Rivera, la musa de la transición? A estos interrogantes darán respuesta los documentales especiales de Producciones Mandarina y Cuerdos de Atar Producciones que Telecinco emite en late night.
El primer especial, realizado en colaboración con Producciones Mandarina, acompaña al estreno de la miniserie y ahonda en cómo se fraguó el amor entre Serrano Súñer y la marquesa de Llanzol, el contexto histórico en el que tuvo lugar el romance y la vida de la alta sociedad española en los primeros años de la posguerra. Además, el espacio incluye declaraciones exclusivas de los miembros del equipo artístico de Lo que escondían sus ojos, making of de emblemáticas secuencias de su primera entrega e imágenes de la última entrevista a Ramón Serrano Súñer, realizada por el periodista e historiador Alfonso Arteseros.