Drew Barrymore es esposa y madre y, a su vez, una "zombi caníbal" llena de vitalidad. Ese es su papel en Santa Clarita diet, la comedia terrorífica que produce y protagoniza en Netflix -que la estrena el 3 de febrero- y que ha presentado en Madrid. Con este proyecto, Barrymore vuelve a la vida activa tras su maternidas: "Estaba nerviosa por volver a trabajar".
"Había parado porque quería criar a mis hijas", ha comentado la intérprete ganadora de un Globo de Oro por Grey gardens, "y estaba nerviosa por volver a trabajar. Cuando me llegó el proyecto (de Santa Clarita diet) parecía el peor momento porque toda mi vida estaba cambiando, y creo que con Sheila (su personaje) tuve una especie de despertar".
Es curioso que se refiera así a su rol, pues Sheila, casada en la ficción con Joel (Timothy Olyphant), se encuentra dentro de una vida idílica pero insatisfecha junto a su hija adolescente Abby (Liv Hewson) en Santa Clarita, una pequeña ciudad a las afueras de Los Ángeles. Sin embargo, su vida se sumerge en una espiral de muerte y destrucción... cuando "despierta" y pasa a ser una zombi (de las buenas) cuya única motivación es comer humanos.
"Ha sido muy divertido porque nunca había tenido la oportunidad de rodar para la televisión. Y podía cambiar con mi personaje. Algunas de las cosas que experimenta están mal o son tabú, pero son tan divertidas y yo necesitaba tanto reírme...", ha admitido Barrymore, quien a su vez ha asegurado entre risas que ha tenido que comer "una barbaridad de cosas extrañas".
Y es que su Sheila no deja de comer brazos, sesos, vísceras y sangre en la ficción. Para entrar de lleno en la serie, en el evento de Netflix estaba acompañada del chef Ramón Freixa, galardonado con dos estrellas Michelín, quien ha elaborado una serie de platos que se asemejaran a un "menú zombi", con un consomé de ojos, bolsitas de gusanos de cadáver, hamburguesas de carne humana o capuccinos de hemoglobina.
Precisamente Drew Barrymore, como productora, está muy feliz en Netflix, donde para ella cada vez es más común encontrar buenos papeles femeninos. "Uno de mis deseos como productora y contadora de historias es que las abuelas estén de acuerdo con lo que ven sus nietas y que estas no digan: 'Buff, esto es lo que ve mi abuela'. Y eso es muy difícil de lograr", ha apuntado.
Barrymore, ha bromeado con intervenir en una de las series más importantes de la plataforma: "Me encanta Stranger things. Quizás Sheila podría comerse a alguien. Un crossover. Me refiero, ya lo están haciendo con Jessica Jones y Luke Cage, así que un Stranger Things Santa Clarita, sí, claro".
"Estaba muy emocionada por el proyecto, por estar de vuelta", ha concluido la actriz, "y me siento muy afortunada. Ha sido beneficioso para mí, para mi familia. La serie habla de la familia: madres e hijas". Y, como anécdota, su receta preferida de la serie: un tipo de rape a la milanesa. Pero no dice qué parte del cuerpo representaba.