"Llevo 10 años entrando en casa de la gente. Ya es hora de que la gente entre en la mía". Cálida, receptiva, empática, libre de prejuicios y con la misma pasión de siempre por conocer y dar a conocer historias que merecen ser contadas. Así se presenta Samanta Villar en La vida con Samanta, programa que estrena Cuatro el 21 de enero (22.50) producido en colaboración con Allcontents y Masanta Films para la noche de los lunes.
La conductora de 21 días, 9 meses o Samanta y… 9 mesesSamanta y… será la anfitriona de personas con experiencias vitales extraordinarias, hombres y mujeres que profundizarán en su propia historia, compartiéndola con los espectadores. "Abrir mi casa a los personajes ha sido una experiencia espectacular. El grado de intimidad al que llegamos me llena como profesional y como persona", explica la periodista.
En el nuevo formato Samanta Villar convivirá estrechamente con sus invitados, con quienes irá desgranando las distintas experiencias en un ambiente de naturalidad, ajeno a toda formalidad, como sería un encuentro entre viejos amigos. En otras ocasiones será la periodista la que se traslade a las casas de los protagonistas, convirtiéndose en la confidente perfecta y la persona capaz de dotar a cada historia de su auténtica dimensión.
La paternidad, el pasado, las mujeres y el secreto serán algunos de los conceptos abordados en el programa, que comenzará su primera edición con un tema universal: el amor.
En el primer programa, Samanta Villar recibe a Makhtar, un hombre senegalés que mide 1,97 metros, y Lourdes, una mujer con acondroplasia que mide 1,26. El suyo es un amor casi imposible: ha superado todo tipo de barreras, ya que a la diferencia de estatura hay que sumarle la diferencia cultural y religiosa, la discapacidad y una vida llena de dificultades económicas e incluso legales porque Makhtar llegó clandestinamente a España. ¿Cómo ha conseguido esta pareja mantener viva la llama del amor? "Conocía la historia de Lourdes y Makhtar desde hacía tiempo y tenía muchas ganas de explicarla en televisión. Es un ejemplo maravilloso de gente sencilla y un amor puro y generoso, la clave para que sea duradero", asegura Samanta.
Los espectadores también conocerán la historia de Mariana y David. Llevan casi dos años juntos tras experimentar un amor a primera vista. "Fue un privilegio que David y Mariana nos permitieran ser testigos de un amor tan poco convencional", asegura Samanta. Desde el primer momento, supieron que eran almas gemelas, más aún al compartir su pasión por el ABDL (Bebé Adulto Amante del Pañal). Forman parte de una comunidad que cada vez tiene más adeptos, aunque encontrar el amor cuando te gusta llevar pañales no es fácil. Ellos también han conseguido tener una relación de amor puro, sincero, sin tapujos y en la que cada uno cumple su papel con el único objetivo de ser felices juntos.
Casarse con uno mismo es un fenómeno que se está poniendo de moda en todo el mundo. En España el 25% de los hogares son unipersonales, una cifra que ha ido en aumento año a año ante la decreciente necesidad de vivir en pareja, entre otros factores. "La sologamia me pareció una idea genial. El amor y el respeto por uno mismo son básicos para construir un amor de pareja sano. Todos deberíamos casarnos con nosotros mismos antes que nada. ¡Ya tengo excusa para montar otra boda!", bromea Samanta. Nerea es un ejemplo de mujer que se ha dado cuenta de que no existe ni el príncipe azul ni la media naranja ni el amor de su vida. Convencida de que es su mejor compañía, organizará una boda según manda la tradición: vestido, anillo, ceremonia, banquete... Una ceremonia convencional con la única diferencia de que se casa con ella misma.
La vida con Samanta también ofrece historias de periodismo vivencial, género en el que Samanta Villar es pionera y uno de los máximos exponentes en nuestro país. En esta ocasión probará la fórmula del amor, un método neurocientífico según el cual todos estamos fórmula del amorprogramados. Comprobar en primera persona cómo funciona la química de la pasión será uno de los objetivos del primer programa.