Las claves para detectar relaciones tóxicas, en 'Amores que duelen'
Según cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2017 ha dejado hasta la fecha 44 víctimas mortales a manos de sus parejas. La violencia de género es una lacra que afecta a personas de diferentes edades, clases sociales y zonas geográficas.
La cuarta temporada de Amores que duelen, docufactual presentado por Roberto Arce Amores que duelendocufactualque Telecinco estrena el martes 28 de noviembre, mostrará ocho nuevos casos reales de víctimas de violencia de género en diferentes ámbitos de población, tanto en ciudades como en zonas rurales, y en todo tipo de clase social. Además, el programa analizará el papel de los hijos y el entorno más próximo de las protagonistas en el desarrollo de los casos.
Producido por Telecinco en colaboración con Verve Media y con el asesoramiento de la psicóloga Bárbara Zorrilla, la nueva temporada de Amores que duelen incidirá, a través de recreaciones de cada uno de los casos, en los diferentes comportamientos que permiten identificar relaciones violentas y detectar la manipulación de los sentimientos que se producen en estas circunstancias.
"Tienes que salir tú, no te van a sacar del túnel, al final hay una luz". Este es el mensaje optimista que lanza Inés, una mujer que convivió durante 29 años con su marido maltratador y que es un ejemplo de víctima de violencia de género en zonas rurales, donde las mujeres son más vulnerables por la falta de anonimato y la lejanía de las comisarías.
Inés inició en 1982 una relación de pareja que pronto se definió por el machismo, las infidelidades y la violencia física y verbal de su marido, que ella trató de disimular delante de sus hijas. Gracias a ellas, Inés denunció a su agresor después de que intentara acabar con su vida.
A pesar de la sentencia condenatoria, hubo voces en su pueblo que pensaron que ella podría haber sido la culpable de su situación. Su historia es un ejemplo de la indefensión en la que viven las mujeres maltratadas en los pueblos españoles y de cómo la violencia machista afecta a los hijos que presencian el maltrato en sus propias carnes.
En sucesivas entregas, el programa aportará testimonios como el de Araceli, una mujer de 56 años que fue víctima de violencia de género en los años 80 y que cuenta cómo su hija fue el detonante que la empujó a denunciar; la madre de Mónica, de 18 años, víctima mortal en 2011 a manos de su novio, o Susana (46), otra mujer maltratada que se puso en huelga de hambre para reivindicar acuerdos para que la violencia machista fuese un asunto de Estado que garantizase la protección de las víctimas.
También serán protagonistas Sandra (40), que vivió un caso de maltrato psicólogico a manos de un deportista de éxito; María (40), un ejemplo de que la violencia de género no atiende a clases sociales, ya que fue víctima de un político influyente; Alma (25), una joven que sufrió malos tratos de niña y que vio cómo se repitió el mismo patrón con su pareja, y Gemma (52), que contactó con una asociación encargada de adiestrar perros de protección para víctimas de violencia de género para evitar que su marido se acercara ella a pesar de tener una orden de alejamiento.
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra el sábado 25 de noviembre, Telecinco estrena la cuarta entrega del programa, que se enmarca en la campaña institucional de 12 meses Doy la cara por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
Amores que duelen ha recibido diversos reconocimientos por su labor social, como el II Premio de Periodismo Fundación Grupo Norte contra la Violencia de Género en la categoría de Televisión (abril 2017), el Premio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2014) y el Premio al Compromiso Masculino que concedieron Mujer Hoy y la Comunidad de Madrid a Roberto Arce (2016).
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad tiene a disposición de todas las víctimas de violencia de género, así como de los que presencien o sospechen este tipo de actitudes en su entorno, un servicio de atención disponible llamando al 016, un teléfono gratuito que no deja rastro alguno tras la llamada. Durante los 10 años que el número de teléfono lleva operativo se han recibido 700.000 llamadas y casi 200 peticiones de ayuda al día.