‘Volando voy’ con una misión: que Albarracín sea el pueblo más bonito del mundo
Una gran cantidad de pueblos está desapareciendo de España como consecuencia de la despoblación rural. De esta situación se salvan muy pocos, como Albarracín (en la provincia de Teruel), que conserva intacto su patrimonio histórico gracias al trabajo de la población local.
Dar a conocer esa villa a escala internacional y convertirse en el pueblo más bonito del mundo será el gran objetivo de la entrega de Volando voy que Volando voyCuatro emite.
El programa coincidirá con la visita de una delegación internacional de los Pueblos Más Bonitos del Mundo, por lo que Jesús Calleja pondrá todo su empeño en lograr sorprender al jurado para que Albarracín encabece esta lista.
Para ello, llevará a cabo una misión que se convertirá en un auténtico sainete: "En Albarracín pasé uno de los momentos más divertidos de toda la temporada cuando hicimos una recreación medieval para sorprender a un grupo de extranjeros de la delegación", asegura el conductor del programa.
Para este cometido, Volando voy contará con la colaboración de la población local y de un grupo de escaladores defensores de la naturaleza y la escalada sostenible. Estarán liderados por Iván, todo un referente de la escalada tipo Boulder, una modalidad que consiste en ascender por bloques de roca o pequeñas paredes, de un máximo de ocho metros de altura, sin la necesidad de hacer uso de materiales de protección convencionales.
En su paso por la Sierra de Albarracín, Jesús Calleja conocerá también a personajes de todo tipo: desde Canuto, el encargado de fabricar el yeso rojo con el que se restaura Albarracín, hasta una pareja de entrañables pastores trashumantes que ayudarán en la preparación de un menú medieval para los visitantes.