Redescubrió en Cuatro parajes como las Minas del Río Tinto (Huelva), el Caminito del Rey (Málaga) o Las Médulas (León) utilizando la más avanzada tecnología y contando con la colaboración de la población local. A partir de esta semana, Jesús Calleja emprende el vuelo de la segunda temporada de Volando voy en busca de nuevos destinos ayudando, a través de distintas misiones tecnológicas, a los habitantes de cada comarca.
A bordo de su helicóptero Robinson 44, Jesús Calleja aterrizará en cada uno de los parajes con un doble objetivo: poner a su servicio los más modernos avances tecnológicos y científicos para mejorar las condiciones de vida o de trabajo que definen su día a día, y al tiempo profundizar y conocer mejor estos parajes casi desconocidos de nuestra geografía gracias a las vivencias, experiencias y emociones de los vecinos de cada región.
"Nuestro gran objetivo este año es ayudar a la gente de los pueblos a solventar parte de sus problemas. Estoy seguro de que con su colaboración seremos capaces de conseguir grandes objetivos", asegura Calleja. "Lo que espero es ser útil para la gente, reírme tanto o más que el año pasado y disfrutar mucho", confiesa.
Jesús Calleja viajará hasta el desierto de Tabernas, el único de Europa, para experimentar con la energía solar. Aprovechará el principal recurso natural del desierto, el sol, para ayudar a la gente de la zona con la tecnología más novedosa. Su paso por allí le llevará a conocer personajes curiosos y a implicarlos en situaciones muy divertidas dentro del propio desierto y de su pueblo, e incluso tendrán la oportunidad de probar lo último en vehículos solares.
En las siguientes entregas, el equipo de Volando voy