Ven a cenar conmigo se traslada el 17 de septiembre (20.45) a Sevilla, donde, por primera vez en la historia del programa de Cuatro, cinco mujeres cortarán el bacalao y se harán con el control del concurso. Un cóctel de personalidades muy distintas se verá las caras entre los fogones para intentar alzarse con la victoria y conseguir el ansiado premio final. Una batalla que provocará más de un enfrentamiento entre estas participantes de armas tomar.
María Victoria pondrá la elegancia y el saber estar sobre la mesa. Recién llegada de la calle Génova de Madrid, esta pepera confesa demostrará su religiosidad y devoción desde el primer momento. Su incuestionable estilo recordará al de Carmen Lomana, y al igual que la mediática aristócrata, no consentirá que nadie brille más que ella.
Para contrarrestar los refinados modales de esta diva, entrará en escena Mari Cruz, una gamberra que no se mostrará muy afín a los protocolos y subirá la temperatura de las veladas con su picardía. Su erotismo pondrá un toque picante y sus provocaciones la convertirán en un huracán que causará más de un rifirrafe con el resto de concursantes.
Encarni será el azote de Mari Cruz desde el principio. Su fuerte carácter y personalidad arrolladora hacen de ella una mujer sin filtros: lo que se le ocurre lo suelta, sin tapujos. Presumirá de ser la más famosa de su barrio por haber participado en un reality e intentará hacer gala de unas supuestas privilegiadas dotes culinarias.
Por su parte, Laura será la más discreta del grupo. Tímida y poco habladora, no participará en ninguna discusión ni polémica. No obstante, deberá dejar a un lado su falta de orden e higiene para convertirse en una buena anfitriona, algo que chocará con Anae, una obsesa de la limpieza que no dejará de lavarse las manos permanentemente. Modelo y esteticista, el aspecto físico y el maquillaje representan los dos pilares más importantes de su vida.