Ha atravesado el Himalaya, descendido el Salto del Ángel de Venezuela y escalado la Barrera de la Muerte del mítico Everest. Pero Jesús Calleja quiere más y se ha propuesto ahora bajar al mismísimo abismo en el Hoyo Cimarrón (Guatemala).
Cuatro comienza esta semana las grabaciones de Desafío en el abismo, cuarto coach montañero en el que el famoso aventurero estará acompañado en esta ocasión de diez aspirantes a montañeros, además de su habitual equipo de expedición.
Calleja se enfrentará, así, a un nuevo y complejo desafío: bajar al mismísimo abismo en el Hoyo Cimarrón, una de las simas más profundas del planeta, situada en mitad de la selva guatemalteca de Huehuetenango, de más de 200 metros de diámetro y casi 200 metros de profundidad.
"Después de Desafío Everest, pensamos que sería muy difícil superarnos y hemos buscado el contraste: vamos a descender hasta el fondo del abismo, buscando las entrañas de la tierra", ha asegurado el aventurero.
El leonés estará acompañado de sus pupilos, elegidos de un casting , en una expedición que partirá esta misma semana y que conformarán las próximas entregas de Desafío en el Abismo.
Estos aspirantes, procedentes de entornos urbanos y sin ningún tipo de experiencia en escalada, tendrán la oportunidad de conocerse mejor a sí mismos y enfrentarse a sus límites físicos y mentales. Además, entrarán en contacto con la apasionante cultura maya.
"En el año de la profecía del fin del mundo maya vamos a sumergirnos en una experiencia fascinante donde todos tendremos que superar nuestros miedos más desconocidos", ha apuntado Jesús Calleja sobre Desafío en el abismo, producido en colaboración con Zanskar Producciones.
Junto al leonés y sus habituales compañeros, Rafa Lomana y Kike Calleja, el programa contará en esta ocasión con un nuevo especialista, el chamán Juan Manuel Pérez, que ejercerá como coach para brindarles asesoramiento a nivel emocional para enfrentarse a las dificultades que les planteará este nuevo reto.
En el espacio Desafío Eetremo al quedarse sin gas cuando pretendía lograr un récord Guinness de distancia en vuelo.
"Nos sujetamos fuerte y llega el trompazo, pedazo de choque contra el agua. En cinco segundos la cesta está llena de agua", relató el leonés, que también contó en su blog que tenía "una cuerda al cuello, otra enredada en el pie, y me hundo unos cuatro metros quedando atrapado bajo el agua".