Jesulín de Ubrique, en el ojo del huracán de la crónica social por unas supuestas desavenencias con su esposa, María José Campanario, al fin ha hablado. Aunque las declaciones son previas a que saltaran las alarmas, su opinión sobre su pareja lo explica todo: "A mí me ha hecho cambiar el tiempo, lo que yo necesito en una mujer lo tengo en mi casa, para qué lo voy a buscar fuera. Mi mujer me hace feliz y yo me encuentro cómodo con ella y tenemos nuestro espacio. Estoy muy orgulloso de que haya hecho su carrera y ha sido muy tentador todo lo que le han ofrecido y ella no ha cedido".
Así replicaba el torero desde En la tuya o en la mía, programa que conduce Bertín Osborne en La 1, a quienes aseguran que ha dado un ultimátum a Campanario por las voluntad de trabajar de ésta. Aunque admite que le costó aceptar que ella se trasladase a Oporto (Portugal) a estudiar una carrera, con lo que esto implicaba: quedarse solo con sus hijos, a 800 kilómetros de distancia
En el programa de la cadena pública, Jesús Janeiro también rompió su silencio sobre Belén Esteban (aunque sin pronunciar su nombre): "Estuve saliendo con una chica en Ubrique, pero ella (Esteban) fue la primera formal. Tuvimos una hija y luego la cosa no funcionó, y ya está", zanjó.
También explicó por qué no llegaron a casarse: "No me lo había planteado. Yo la conocí, estuvimos saliendo y estuvimos tres años. En el 1999 lo dejamos. Tuvimos una hija en común maravillosa y ya está, las cosas se terminan".
Sobre la hija que nació de esa relación, aseguró: "Andrea es una cría maravillosa: estudiante, responsable... Tenemos una relación fenomenal, estupenda. Siempre he buscado lo mejor para ella y mis hijos".
En la tuya o en la mía se grabó esta vez tanto en una como en otra. Osborne recibió a su invitado en casa y luego visitó al torero en su finca, Ambiciones.
En el programa habló del origen de su vocación: Novillero desde temprana edad, la profesión le vino por una anécdota muy curiosa que él mismo contó: "Mi padre montó una feria importante y teníamos una parcela con plaza de toros y lo teníamos para las fiestas. Cuando mi padre contrató para unas fiestas a El Fary, a Manolo Escobar, Chiquetete, Rocío Jurado... Las cosas no fueron bien y como Rocío tenía un caché importante había que pagarle. Yo le dije a mi padre que no vendiera el campo para pagarle a Rocío Jurado y en ese momento dije: 'Si tú no vendes el rancho, yo me hago torero'. Tenía 13 años".
"Estuve un año y medio de becerrista hasta que pude pagar a Rocío y dar la entrada de un piso. Y en años posteriores ya me compré el piso al completo y también la finca. Y de matador de toros no gané ni un duro. Hay una cosa que siempre me acordaré, de llegar a Sevilla y salir todo fenomenal y llegar otro año y no verme puesto en ningún lado. Estaba codeándome con los mayores y las máximas figuras y uno con 16 años ya había sido herido por un toro. No empezar a cumplir las expectativas que había sobre mí... claudiqué", confesó.