Fran González: "Hay que perder el miedo a concursar en 'Pasapalabra"
Un total de 168 roscos se ha comido Fran González para poderse llevar los 1.542.000 euros del bote de PasapalabraPasapalabra. Y esta heroicidad del concursante con récord de permanencia ha sido premiada por el público, que ha batido todas las marcas de audiencia del concurso que conduce Christian Gálvez en las tardes de Telecinco (20.05), con 4.028.000 espectadores y un 26,2% de cuota de pantalla. El día después de la emisión de su hazaña, este joven asturiano licenciado en Biología que estudia en la actualidad un máster en Virología en Madrid aún no se ha recuperado de la impresión.
Pregunta: Grabó el programa en que ganaba el bote de Pasapalabra el 28 de diciembre, día de los inocentes. ¿Pensó que era una inocentada del concurso?
Fran González: Yo ese día ya estaba como: "Algo van a hacer", porque siendo el día que es… Pero al final de esa jornada de grabación, ya decía: "Bueno, pues para el siguiente día, a ver si aguanto hoy". La que no se lo creyó fue mi madre, que la llamaron y no se lo creyó. Pero ya luego la hicimos entrar todos en razón y fue un gran júbilo.
P. ¿Cómo se preparó para un concurso del calibre de Pasapalabra? Porque no es tan solo memorizar el diccionario.
F. G.: Yo la base que tenía era que llevaba un par de años haciendo todos los roscos que había en la página web, apuntándome las palabras… Y un poquito es eso, como base para tener ya un nivel léxico aceptable. Luego ya miraba de vez en cuando el diccionario, apuntaba alguna palabrita así rara; también con las lecturas y demás… También he estudiado un poquito de todo. Lo que pasa es que como el conocimiento es inabarcable, y pueden preguntar cualquier cosa... Realmente el último día también tuve -con la definición de dos apellidos- un poquito de suerte, porque alguna vez que leí una cosa y lo recordé. Eso también influye mucho.
P. ¿Alguna vez le ha servido lo que ha estudiado en la carrera, o en el máster que hace ahora? Que haya dicho: "Mira, esto lo di justo ayer".
F. G.: No, del máster no, pero sí que me preguntaron alguna vez por algún científico que sí que había estudiado en la carrera. Eso siempre ayuda, claro.
P. Antes de permanecer tanto tiempo de forma ininterrumpida en el programa estuvo en el año 2017; ese mismo año estuvo también en la Supercopa de Pasapalabra y volvió en 2018. Nunca se rindió. ¿Cómo aguantó? ¿Hubo momentos en los que pensó que no se iba a llevar el bote?
F. G.: La primera vez estuve tres programas, no se me dio demasiado bien… Y oye, esto puede pasar en la vida. Yo llevaba ya una preparación, había hecho bien el casting... Me quedé un poquito desilusionado, pero como luego coincidía que hubo lo de la Supercopa por comunidades autónomas, pues me presenté al casting de Asturias, quedé elegido y luego ahí me desquité un poco. Lo hice un poquito mejor y de ahí ya luego hubo un especial de Navidad que gané. Jugué contra Rafa Castaño (otro veterano) y al final pude ganar, me gané el derecho a volver al año siguiente, que fue el año pasado (2018), y ahí empezó todo, en marzo. Hasta ahora.
P. Lo ha hecho muy bien.
F. G.: (Risas) Gracias.
P. ¿Cuáles han sido los roscos –o palabras- más difíciles que va a recordar siempre?
F. G.: Bueno, siempre recuerdo un poco, ahora con cariño, el día que me quedó la palabra "Sierra": "instrumento que sirve para cortar…". Claro, resulta que yo no lo había escuchado bien y en ese rosco me quedé sin tiempo. Había acertado un par de ellas, bastante más complicadas, desde el punto de vista… Vamos, había apellidos más raros. Y cuando me lee otra vez la definición después de acabar el tiempo dije: "Ostras, pero si es sierra". Y me quedé un poco chafao, la verdad. Por suerte pude seguir más tiempo y hubo más recompensa, que al final es también gratificante.
P. Al final eso cuenta, que haya más dinero.
F. G.: Sí.
P. Después de 168 programas, Pasapalabra tiene que ser como su segunda casa. ¿Qué es lo mejor que se lleva de la experiencia?
F. G.: En todas las experiencias que tengo en la vida, lo que mejor me llevo son las personas. En todos los sitios. Además yo siempre trato de valorar a las personas tal cual son, y no tal cual queremos nosotros que sean.
P. ¿Con quién se ha llevado mejor en esta experiencia? ¿Famosos o concursantes?
F. G.: Bueno, pues ha habido mucho colegueo con Christian, porque han sido muchos meses compartiendo camerinos casi adyacentes. Con Christian llevo a un amigo para toda la vida. Luego famosos, pues… En todos los equipos en los que he estado todos han tenido predisposición de ayudar y de pasárselo bien. Yo siempre les decía al principio de la grabación: "Lo importante es pasarlo bien y luego los segundos ya irán fluyendo y surgiendo". Y al final así ha sido.
P. ¿Cómo ha cambiado su vida después de su paso por Pasapalabra?
F. G.: Un poco (risas), un poquito. Bueno, aparte del dinero, que ya digo, a mí lo que más me importa es tener salud y estar con los míos, lo más importante es que también yo siempre he sido una persona muy tímida, incluso rozando lo introvertido en muchos casos. Y sí que me ha servido el concurso para soltarme un poquito también, a hablar más con las personas y estar un poquito más con la gente, que eso también…
P. ¿Se plantearía participar en otro concurso?
F. G.: Pfff… La verdad es que he quedado muy agusto con Pasapalabra. Han sido muchos meses, mucho ir y venir y además, yo vivo en Asturias. Ahora no pienso en nada más que el presente, el futuro ya veremos. Pero a día de hoy vamos a terminar el máster y luego a descansar un poquito.
P. Hoy empiezan en Telecinco los especiales Academia de Pasapalabra y se reúne con los más grandes del programa. ¿Cómo ha sido la experiencia?
F. G.: Bueno, pues la verdad es que son gente a la que aprecio mucho y les he seguido desde siempre, y es una gozada estar con ellos. Incluso me emociona acompañarles en estos momentos. Además yo ahora, siendo campeón de bote, ahora que por fin ya estoy con ellos y me codeo con ellos, estoy encantado. Me han dado consejos, también, y ahora me piden consejos ellos a mí. Vaya osados, también (risas). Pero bueno, la verdad es que encantado con ellos, muy bien.
P. Y si tuviera que dar un consejo a un futuro concursante de Pasapalabra, ¿cuál sería?
F. G.: Al concursante de Pasapalabra, en particular, le tengo mucho respeto, porque para presentarse a un casting ya hay que tener valor. Mucha gente se echa atrás porque dice: "Uy, haré el ridículo, haré tal, fallaré alguna fácil…". Hay que perder el miedo. Hay que ir allí a pasarlo bien y a hacerlo lo mejor posible. Luego hay que pasar la (sección de la) silla azul y si no se supera pues oye, siempre se puede dar una segunda oportunidad, seguir preparándose. Que hay gente que lo hace, tiene perseverancia, tesón, como todo en la vida. Lo único que les recomendaría es que lo pasaran muy bien porque es una experiencia espectacular, independientemente de todo lo demás.