El fantasma de Bécquer, invitado en la 'gourmet edition' de 'Ven a cenar conmigo'
¿Cocinan las celebrities ¿Se apañan bien entre fogones o les puede la presión del puchero hirviendo? Y, como anfitriones, ¿se desenvuelven con igual soltura recibiendo invitados en casa que en alfombras rojas y premieres? ¿Y si les toca atender y servir a otros VIP? Demasiadas preguntas que ya tienen sus correspondientes respuestas de la mano de Ven a cenar conmigo: Gourmet edition, un singular y divertido spin-off Ven a cenar conmigo: Gourmet editionspin-offdel concurso gastronómico de Cuatro.
El martes 20 de febrero (22.45), Ven a cenar conmigo: Gourmet edition llega al prime time de la cadena para ofrecer la primera de cuatro veladas irrepetibles entre sendas estrellas mediáticas con poco en común y mucho por descubrir: la actriz y presentadora Ana Obregón, la escritora Lucía Etxebarria, el futurólogo Rappel y el diestro Víctor Janeiro.
La edición gourmet mantendrá intactos todos los elementos que definen a la versión con concursantes anónimos: cada velada contará con un anfitrión distinto y todos los participantes ejercerán de anfitriones en su propia casa, tendrán que cocinar la comida que sirvan en su mesa y votarán de manera secreta para elegir un ganador. De nuevo, un premio final de 3.000 euros aguarda al campeón.
El humor, la ironía, el montaje endiablado, los efectos de postproducción y, en definitiva, todas las señas de identidad de los formatos creados por Cuatro en colaboración con Warner Bros ITVP España darán un paso al frente poniendo toda su maquinaria de entretenimiento al servicio del espectador. Y, por primera vez, con cuatro personalidades VIP como protagonistas.
"La valentía, la entrega, la pasión y, sobre todo, las ganas de pasar un rato divertido por parte de Ana, Victor, Rappel y Lucía merecen el mayor de nuestros aplausos", explica Pablo Abelenda, productor ejecutivo del programa. "Ellos son los ingredientes esenciales con los que hemos cocinado cuatro entregas repletas de risas y muy buen humor. No todos se conocían, no todos son afines en gustos o creencias, pero todos han sido muy generosos por permitirnos jugar al tiempo que competían por ganar. El resultado salta a la vista", remata.
Lucía Etxebarria: "Que vengan a cenar a casa me estresa. Si tuviera espíritu de coach
Con esta declaración de intenciones se presenta al concurso Lucía Etxebarria. La periodista, columnista y una de las escritoras más conocidas en España (Premio Nadal, Premio Planeta y Premio Primavera, entre otros) llega dispuesta a entusiasmar a sus invitados... en el preciso instante en el que ella encuentre el entusiasmo: "Cocinar bajo presión es como estar en Guantánamo".
Acostumbrada a desenvolverse en cenas de prestigio y postín ("He cenado con Aznar, con Zapatero y hasta con el Rey, siendo yo una republicana"), ahora le toca recibir en su propia casa a una bióloga-actriz, un diestro y un futurólogo. "Mi casa no les va a gustar, todo el mundo me dice que está desordenada y es un caos, pero yo en ese caos encuentro la inspiración, me genera creatividad".
Animalista convencida, culta y mujer de mundo, ofrecerá un menú de sabores del mundo, variado y muy especiado. "Siempre que puedo, cocino. Intento huir de todo lo que sea alimentación industrial".
Ana Obregón: "Mi objetivo es seducirles con mis encantos y mi simpatía, porque yo cocinando soy incapaz de seducir a nadie".
Ana Obregón tiene claras sus virtudes y sus limitaciones para alzarse con la victoria en Ven a cenar conmigo: Gourmet edition. "A quien yo le diga que estoy en un concurso de cocina...", ríe la mujer más polifacética de toda España. "Llevo tres décadas trabajando sin parar, haciendo de todo y de un lado para otro. A veces no sé ni dónde estoy".
Con una agenda tan ocupada, lógicamente tiene poco tiempo para enredarse entre fogones. "Para mí, cocinar es un completo estrés". Su mayor éxito en la cocina es de dominio público: "Sí, le hice una paella a Spielberg. Y me salió verde. Pero el pobrecito se la comió. Él no tenía ni idea de que el arroz debería haberse puesto amarillo...".
Ahora, viene dispuesta a resarcirse y a demostrar a sus compañeros de concurso y a toda la audiencia que además de actriz, madre, presentadora, guionista, bióloga, bailarina frustrada, pianista amateur y leyenda viva de la televisión española, puede ser una gran cocinera. "Es parte de mi personalidad. Soy muy cabezota y lo voy a conseguir".
Víctor Janeiro: "Vengo a dar el do de pecho. Tengo alma de campeón y no me gusta perder nunca".
"Gaditano, torero, simpático y un artista". Estas son las credenciales que utiliza Víctor para presentarse ante el resto de sus comensales. El hermano pequeño del clan Ubrique se aleja de los ruedos para hacer una faena redonda entre pucheros y cacerolas. Eso sí, dentro de sus propias limitaciones: "Hay gente que dice: 'es que un huevo frito es muy fácil de hacer'. Y no señor, hay que saber hacerlo. Hay que tener arte para hacer un huevo frito con sus patatas fritas. Y lo mismo que hay que saber hacerlo, hay que tener arte para comérselo".
Sin embargo, la ilusión y la esperanza son lo último que se pierde, y de ambas cualidades el diestro va sobrado: "Me veo con posibilidades, siempre".
Rappel: "Soy una persona recargada. En la cocina, también".
El vidente más célebre de todos los tiempos se ha hartado de mirar los posos de café y ahora quiere el menú completo: "La cocina ni me divierte ni me distrae, así de claro. Pero, para ser honestos, me apetece ganar este concurso". Directo y contundente, así es Rappel.
Medalla de bronce en GH VIP 4, ya tiene afilados los cuchillos para hacerse con el triunfo en Ven a cenar conmigo: "Que no me guste cocinar no significa que sea tonto. Tengo paladar y sé que lo que cocino está rico, así que pondré los cinco sentidos para conquistar a mis invitados". A ellos les lanza una velada amenaza: "Yo por las buenas soy como un gatito dócil, pero que no me toquen las narices, que por las malas saco una mala hostia que arraso con todo".
El céntrico barrio madrileño de Lavapiés será el punto neurálgico en el que converjan por primera vez en una misma mesa cuatro de las personalidades más dispares de la socialité nacional: una escritora, una bióloga-actriz, un torero y un vidente. Lucía Etxebarria ejercerá de anfitriona, preparando para sus invitados un menú con claras influencias marroquíes y orientales que no resultará del agrado de todos.
Sin embargo, no hará falta esperar a sentarse a la mesa para que comiencen los primeros roces entre los invitados. Victor Janeiro, de profesión matador de toros, resultará un completo extraño para la dueña de la casa, ferviente animalista y antitaurina, que descubrirá horrorizada que su desconocido comensal es torero.
Rappel, acostumbrado a manejarse entre "presencias de gran fuerza energética", mediará entre ambos concursantes en un intento por aplacar ánimos y sumar puntos para su candidatura a vencedor del programa. Sin embargo, sus servicios esotéricos serán requeridos más adelante cuando Lucía desvele uno de los grandes misterios de su hogar. ¿La caótica disposición de objetos y muebles? ¿Una incontable colección de libros, revistas y publicaciones? ¿Su gusto por las mesas repletas de alimentos?
No: la presencia de un quinto comensal, el fantasma de Gustavo Adolfo Bécquer. El espectro será el responsable de fundidos de luz constantes y caídas accidentales de objetos desde lo alto de las estanterías. ¿Podrá el futurólogo poner paz también entre el más allá y el más acá?
El menú elegido por Lucía jugará una mala pasada a Ana Obregón. La presentadora tendrá que ejecutar sus mejores registros interpretativos para justificar que, durante toda la cena, no se anime a probar bocado de ninguno de los múltiples platos preparados con tanto mimo y esmero por la escritora. "Una gastroenteritis que ayer me tuvo ingresada en Urgencias" será la excusa esgrimida por Ana Obregón para "estar a dieta de arroz blanco". ¿Resultará creíble? ¿Funcionarán sus excusas?