Solo tiene 18 años, pero Roberto acumula a sus espaldas un historial de peleas, conflictos y enfrentamientos directos con su familia propios de una persona adulta. El viernes 7 de julio, a las 22.15, Hermano mayor recibe en Cuatro al benjamín de la temporada, un joven de actitud tiránica cuyo comportamiento déspota y rebelde esconde un problema mucho mayor: una incipiente adicción a las drogas blandas, que requerirá de una rápida intervención por parte de Jero García.
La familia de Roberto está desesperada. Su actitud destructiva ha hecho mella en todo su entorno, incluida su hermana, que vive en Bruselas y está desbordada por la cantidad de problemas y noticias negativas que le llegan desde Ciudad Real, donde vive la familia. Roberto rompe todo lo que pilla a su paso, no permite que nadie entre en su cuarto, grita, escupe y llega a las manos constantemente con su hermano mayor.
El foco del problema está en el cannabis. Roberto lleva mucho tiempo vendiendo las pertenencias de todos sus familiares para poder comprar esta sustancia. Ni estudia ni trabaja, y lo único que le interesa es fumar. El joven tiene opiniones muy machistas sobre las mujeres y su comportamiento es especialmente duro con su madre, a la que trata con absoluta falta de respeto.
Jero intentará que Roberto abra los ojos subiéndole a un ring de boxeo. Allí le espera Miriam Gutiérrez, campeona de España de boxeo y toda una superviviente: logró escapar de los malos tratos a los que le sometía su pareja cuando apenas tenía 19 años y estaba embarazada de ocho meses. La boxeadora le dará una lección en el cuadrilátero y le explicará cómo se sentiría ella si alguno de sus hijos la tratara como Roberto hace con su madre. Para darle una nueva oportunidad, Jero le hará entender los nefastos efectos que las drogas tienen en el cerebro y le presentará a un grupo de antiguos adictos, que le disuadirán de seguir consumiendo drogas y le animarán a emprender una nueva vida.