Garikoitz espera “con los brazos abiertos” en su pueblo de Álava una “chica de verdad”
Garikoitz es un joven de 26 años emprendedor, cariñoso, trabajador, bromista y muy enamoradizo.
Todos los días se levanta temprano y va al monte para dar comer y atender a las 77 vacas limusinas que tiene. Además, cuenta con una pequeña granja en su caserío, donde tiene terneros, gallinas, varias novillas, cabras, 14 perros y 2 cerdos, que los cría para en invierno hacer la matanza, toda una tradición en su familia.
Su sueño es encontrar a una chica auténtica, que le guste el campo y con la que pueda compartir el resto de su vida, formar una familia y tener hijos, porque aunque es muy joven, es muy "chiquillero".
En el terreno familiar Garikoitz tiene una gran debilidad: su abuela Mercedes, con la que se ha criado y la que considera como su segunda madre.