El cineasta y realizador Narciso Chicho Ibáñez Serrador, de 83 años, recogió en el Teatro Real el Goya de Honor 2019Chicho en la tradicional fiesta de nominados, un reconocimiento que ha recibido como "algo muy emocionante".
"Siempre me he negado a ese título de maestro, porque me parecía excesivo", ha declarado Ibáñez Serrador ante las preguntas de los periodistas, que le han recordado los halagos de muchos de los actores y directores asistentes a la fiesta.
El cineasta ha llegado a la ceremonia en silla de ruedas, acompañado por sus hijos Alejandro y Pepa. En la entrega del premio, que se ha hecho de manera privada, Ibáñez Serrador ha recogido el cabezón de manos de cabezónJuan Antonio Bayona, quien previamente había mostrado su admiración por la obra del homenajeado.
Chicho Ibáñez ha desvelado que ésta no fue la primera vez que le llamaban para un tema relacionado con los Goya. "A mí me llamaron no para darme un premio, sino para dar un Goya antes de que existieran. Me dijeron: 'Tú que tienes tanta imaginación, por qué no nos ayudas para ver qué podríamos hacer", ha afirmado.
El creador del concurso de TVE Un, dos, tres... responda otra vez ha recordado su labor tanto en cine como en televisión, señalando emocionado que "uno piensa que lo que ha hecho a lo mejor sirvió de escalón a muchos". De hecho, cree que su forma de hacer televisión también era una manera de hacer cine.
"Es verdad, pero no era consciente de ello, porque estaba tan cansado...", ha bromeado. Además, ha reiterado que su labor iba más allá de una atracción por el cine de terror o fantástico, porque su intención era la de hacer cosas "que no existían en esa época".
El realizador ha admitido que ve pocas series de televisión -"algunas inglesas"- y que a veces lo pasa mal delante del televisor porque lo sigue "queriendo hacer mejor". "Es una carrera contra uno mismo, siempre quiero hacer algo diferente y el día que no me apetezca, será una pena", ha añadido.
Ibáñez Serrador ha confesado estar "muy honrado y con gran emoción" por recibir este premio -que, por segunda vez en los Goya, se entrega en ceremonia privada: la primera fue en 2012 con Josefina Molina-. Y, sobre todo, ha recordado a sus hijos: "Lo que más me gusta de esta noche es que estén aquí", ha aseverado.
Bayona ha sido uno de los más efusivos al reconocer la labor de Ibáñez Serrador. El cineasta catalán ha señalado que "alucinó" cuando revisó la obra de un autor que "hacía televisión cuando estaba en pañales y al final era puro cine". "Es un creador que me traumatizó cuando era niño y me fue muy bien", ha ironizado, tras recordar que fue al estreno de su película Jurassic world.
De las películas de Ibáñez Serrador, Bayona se queda con ¿Quién puede matar a un niño?. Otros nominados que han hablado de la influencia del galardonado han sido, por ejemplo, el cineasta Isaki Lacuesta, que opta a mejor película con Entre dos aguas.
"Crecimos con Chicho y estábamos rodeados de él por todos los lados: desde lo mainstream a lo underground, un hombre que lo hacía todo, excepcional y asombroso", ha defendido Lacuesta. También Javier Fesser se ha referido a la "experiencia colectiva brutal" que supuso para una generación crecer con la obra de Ibáñez Serrador. "Para los que no hemos ido a la escuela de cine, ha sido el mejor maestro", ha puntualizado.
Más allá de este galardón, la fiesta de este lunes ha servido para conocer las sensaciones de muchos de los nominados que optarán al premio en la gala del próximo 2 de febrero en Sevilla. Por ejemplo, algunos como Arantxa Echevarría -que opta a mejor dirección novel por Carmen y Lola- quien incluso ha avanzado qué discurso reivindicativo haría si sube a recoger el premio.
"Si gano algún Goya quiero dedicárselo a Vox. Quizás así sepan que nacer con pene o vagina no decide nada", ha ironizado Echevarría, quien ha admitido que le "asusta la derecha" y que las mujeres deben "luchar para no perder los derechos que han adquirido".
Otro de los favoritos es Rodrigo Sorogoyen -cuya cinta El reino, quien ha asegurado que ya tiene "algo pensado" en caso de ganar el Goya. El hecho de ser una película que aborda la corrupción política puede obligarle a "decir una frase ingeniosa sin tartamudear" respecto a este tema, tal y como ha señalado con humor.
Mientras, Javier Fesser con su premiada Campeones ha indicado que ya no se atreve "a pedir y soñar más" con esta cinta, que ya ha logrado "algo bastante emocionante, estar entre los nominados". Quien sí se ve ganadora es la actriz de la cinta, Gloria Ramos, nominada en la categoría de revelación, que no está "nerviosa" y, caso de salir premiada, dirá "lo que se le ocurra". "A Javier se le está quedando cara de P. Tinto'", ha bromeado sobre los nervios del director ante los Goya.
Otras directoras como Celia Rico (Viaje al cuarto de una madre) y Andrea Jaurrieta (Ana de día), que competirán en dirección novel, han hablado también del predominio de mujeres este año en esta categoría. "¿Qué había pasado para que no ocurriera algo así desde 1990? Porque talento femenino hay", se ha preguntado Rico, mientras que Jaurrieta ha celebrado que "la industria empiece a premiar" a las mujeres, pero "las cosas de palacio van despacio".