El fundador de Kukuxumusu, condenado a tuitear sus disculpas
El Juzgado de Primera Instancia de Aoiz (Navarra) ha condenado al dibujante Mikel Urmeneta por intromisión ilegítima en el derecho al honor y a la propia imagen de Ricardo Bermejo, empresario y socio mayoritario de la compañía que él fundó, Kukuxumusu, y tendrá que difundir esta sentencia en todos los medios donde vertió difamaciones, así como en Twitter.
El juzgado navarro estima que Urmeneta ha violado el derecho constitucional al honor y a la propia imagen del empresario cuando publicó en la red social Twitter "expresiones injuriosas" en las que se comparaba a Bermejo con el bufón don Sebastián de Morra que pintó Diego Velázquez.
Aunque el juez reconoce que estas imágenes deben considerarse caricaturas, recuerda la doctrina del Tribunal Constitucional, y asegura que en esta comparativa se puede reconocer de "forma clara e inequívoca" al dueño de Kukuxumusu.
Además, destaca que estos dibujos se utilizan "como instrumento del escarnio, sin interés público alguno constitucionalmente defendible" y con la intención de denigrar a Bermejo, "llegando al insulto", por lo que se entiende que se ha vulnerado el derecho a la propia imagen, por publicar una fotografía suya sin su consentimiento, y su derecho al honor.
Por otro lado, según relatan los hechos probados de la sentencia, Urmeneta le ha acusado de "manera reiterada" en varios medios de comunicación de ser un "enchufado", por lo que el juez entiende que se ha insinuado "su falta de capacidad profesional".
Por todo ello, Urmeneta es condenado a difundir esta resolución en su perfil personal de Twitter, así como en cadenas de televisión, emisoras de radio y periódicos digitales.
También ha sido obligado a indemnizar a Bermejo con 15.000 euros por los daños y perjuicios ocasionados -tal y como solicitaba el Ministerio Público-, pese a que el propio demandante pedía 21.972,56 euros.
Asimismo, la sentencia establece que Urmeneta, que defendió que los tuits no fueron publicados por él y que solo se limitó a compartir lo expresado por otros, se debe abstener de emitir expresiones y valoraciones en los mismos o semejantes términos que los cuestionados.
Las controversias entre Bermejo y Urmeneta, socio fundador de la sociedad de Kukuxumusu, donde ejerció como director artístico y creativo desde el inicio, comenzaron en 2015, cuando mantuvieron una discusión por sus diferencias en las formas de trabajar, lo que conllevó que el actual dueño de la marca denunciase al otro por amenazas y coacciones.
Además, Urmeneta junto con otros colaboradores decidieron en febrero de 2016 crear la marca Katuki Saguyaki, que compite de forma directa con Kukuxumusu. Por ello, la empresa de Bermejo demandó a la recién creada por infracción de sus derechos de propiedad intelectual, y se impuso como medida cautelar la retirada del mercado de los artículos.