La Casa Blanca ha anunciado que creará cuatro "asientos por Skype" para que periodistas de fuera de Washington puedan participar en las ruedas de prensa que convoca la Presidencia estadounidense de forma prácticamente diaria.
El nuevo comandante en jefe, Donald Trump, ya había abogado por revisar la política de acreditaciones de la Casa Blanca, al entender que siempre estaban representados los mismos medios, a algunos de los cuales ha acusado públicamente de prácticas "deshonestas".
El portavoz de la Presidencia, Sean Spicer, ha revelado en su primera rueda de prensa que los periodistas que vivan a más de 80 kilómetros de Washington y "organizaciones que en la actualidad no están acreditadas" podrán optar a alguno de los cuatro "asientos por Skype". "Todos podemos beneficiarnos de dar voz a quienes no están necesariamente aquí", ha justificado.
La Casa Blanca quiere abrirse así a "periodistas de todo el país" que, por falta de fondos o problemas logísticos, no puedan desplazarse a la capital.
Spicer, que se estrenó el fin de semana en una polémica comparecencia sin preguntas en la que cargó contra los medios, ha considerado un "honor" ejercer las labores de portavocía y ha dicho que, aunque "algunas veces" pueda discrepar con los periodistas, la "intención" es "nunca mentir". Eso sí, su primera comparecencia levantó polémica cuando sostuvo que la investidura de Trump fue "la más abarrotada de la historia".
La relación de la administración Trump con los medios de comunicación no parece que vaya a discurrir por cauces pacíficos. Dos días antes de jurar su cargo como 45º presidente de Estados Unidos, Donald Trump aseguró que no le gusta utilizar la red social Twitter pero que se ve obligado a hacerlo porque la prensa es "deshonesta" y él tiene que escribir sus mensajes para "corregir" a los periodistas.
"A mí no me gusta tuitear. Tengo otras cosas que podría estar haciendo", explicó el próximo mandatario de Estados Unidos, en una entrevista concedida a la cadena de televisión Fox News. "Pero la prensa me trata de forma deshonesta, de forma muy deshonesta, y es la única forma en la que puedo expresarme y corregir", ha asegurado.
Trump ha explicado que con las redes sociales va a estar en contacto con "cerca de 50 millones de personas", entre Twitter, Facebook e Instagram, por lo que si alguien le "malinterpreta", confía en tener al menos "un modo de decir que es una declaración falsa". "Si la prensa fuera honesta, que no lo es, no usaría Twitter en absoluto. No tendría que hacerlo", subrayó.
Sobre la polémica en torno al traslado de la sala de prensa a otra estancia, Trump dijo que lo habían estudiado porque tienen muchas solicitudes de periodistas para la cobertura informativa y hay poco espacio.
"La sala es muy pequeña y simplemente queríamos trasladarla a otra estancia mayor, en otra zona nueva, no en la misma zona y la prensa se volvió loca. Entonces yo dije: no la traslademos", indicó, antes de advertir de que "algunas personas" de los medios no accederán a la sala de prensa de la Casa Blanca porque hay "demasiados" periodistas que quieren estar acreditados.
"Tendremos que elegir y decidir las personas que podrán estar en la sala (de prensa) y seguro que habrá personas que se quejen", aseguró. El presidente electo subrayó que su equipo había ofrecido una sala de prensa con más capacidad y se mostró seguro de que los reporteros "suplicarán" finalmente que les lleven a una estancia más grande.