Tatxo Benet compra 'Presos políticos', la polémica obra retirada de Arco
El socio de Jaume Roures en Mediapro, Tatxo Benet, ha sido quien ha comprado la polémica obra de Santiago Sierra Presos políticos, que ha sido retirada de ARCOmadrid a petición de Ifema, donde se instala la muestra de arte.Presos políticos
Benet ha comprado el montaje a la galería Helga de Alvear, que exponía la obra con un precio de 80.000 euros más IVA (lo que suma un total de 96.000 euros), antes de su retirada y la va a ofrecer para exponer, según han explicado fuentes cercanas al comprador.
La obra, 24 fotos pixeladas y numeradas con imágenes, entre otros, de Oriol Junqueras o los Jordis venía acompañada de la edición de 500 ejemplares del folleto ilustrativo que se vende por 10 euros y que está siendo muy demandado en la galería.
En pocas horas, ya se habían vendido 200 ejemplares de la publicación documental ilustrada del montaje.
En declaraciones a TV3, Tatxo Benet ha considerado un "escándalo monumental que a estas alturas del siglo XXI se pueda coartar la libertad de expresión y artística".
Ha confirmado que pidió a un amigo galerista que le comprara esta pieza al ver informaciones sobre que iba a estar expuesta, antes de que fuera retirada, porque le parecía una "experiencia artística muy interesante", y cuando ha sabido que la habían retirado se ha quedado muy sorprendido y muy contento de haberla comprado, en sus palabras.
Benet ha expresado su voluntad de que la obra se pueda exponer porque "ha habido un acto contra la libertad de un artista de hacer una obra y exponerla y contra la libertad de la gente de la calle de poderla ver", ha criticado.
"Lo mínimo que puedo hacer ahora es intentar que esta obra la vea el mayor número de personas posibles, ahora mismo la pongo a disposición de cualquier galería de arte o museo de toda España que la quiera exponer", ha reivindicado.
Sobre ARCOmadrid ha dicho que pensaba que era una feria de arte contemporáneo pero "la modernidad es la antítesis de la censura".
Helga de Alvear recordaba tras la polémica que Sierra es un artista difícil de vender. De hecho, la galería había vendido obras más pequeñas de Sierra, como el No, que trajo en otra edición de ARCOmadrid, pero no montajes más grandes ni por encargo.