Jillian Fink ha retirado la demanda de divorcio que interpuso en enero de 2015 contra Patrick Dempsey. Desde el pasado mes de mayo, el exprotagonista de Anatomía de Grey intenta recomponer la relación con la que ha sido su esposa durante 15 años y madre de sus tres hijos: Tallula, de 13 años, y los gemelos Sullivan y Darby, de 8.
Fink, maquilladora y diseñadora de joyas, le puso la maleta en la puerta cuando trascendió una infidelidad del actor con una compañera de la serie médica de ABC.
En una entrevista con ES Magazine, Dempsey admitió que estaban trabajando para resolver sus diferencias, y que veía que no puede con todo. "Algo tiene que sacrificarse".
Y a lo que ha renunciado es a una de sus pasiones, pilotar coches. "He dado un paso atrás. Soy el dueño del equipo pero el tiempo pasa muy rápido con mis hijos y no quiero perderme eso", declaró.
El último trabajo estrenado por el actor es la tercera parte de la comedia Bridget Jones en la que toma el relevo de Hugh Grant como uno de los candidatos para conquistar el corazón de la alocada inglesa interpretada por Renée Zellweger.
Ahora prepara su vuelta a la televisión con la serir policiaca Micronesian blues.