Lucía Rivera, la hija de Blanca Romero que adoptó Cayetano Rivera cuando se casó con la modelo, cantante y actriz, ha llegado a las pasarelas pisando fuerte. La joven ha sido la estrella de la 080, en Barcelona, donde ya había desfilado pero no con la repercusión mediática que tiene desde que se mudó a Madrid al cumplir la mayoría de edad. En su recién adquirida fama también han tenido que ver las imágenes en las que Rivera se besa con Willy Bárcenas, el líder de la banda Taburete. Una noche que prefiere no recordar.
Desfiló en otras ediciones de la 080 y, ahora, vuelve como estrella.
Lucía Rivera: Sí, estoy feliz. Además, la ropa es divina, me encanta, rollo princesita. Es una firma súper bonita.
Está muy unida a su madre, y ahora usted vive en Madrid mientras ella está en Gijón. ¿Cómo llevan la distancia?
L. R.: Hablamos mucho por teléfono. Nos adoramos pero ya es diferente. Ella está más lejos y tampoco nos contamos tanto. Bueno, ahora en verano sí la veré mucho.
¿Va a ver también a su padre?
L. R.: Claro. No tenemos todavía el plan, pero seguro que lo veré.
¿Cuándo necesita algo a quién llama? ¿A su madre o a su padre?
L. R.: A los dos, los dos pueden ayudar. Si tengo problemas en Madrid, mi madre no me va a ayudar. A ver, sí me va a ayudar, pero va a poder hacerlo mejor mi padre.
¿No le gustaría que vinieran a verla desfilar?
L. R.: Hombre, es que están los dos hasta arriba de trabajo y no tienen tiempo. Les encantaría y se sentirían súper orgullosos, pero no se puede.
Le habrán visto en vídeos. ¿Qué le han dicho?
L. R.: Mi padre está súper orgulloso, y mi madre y mi abuela ya sabéis que me idolatran... Toda mi familia está loca, están encantados viendo que ya salí del cascarón, que tengo trabajo, que me muevo bastante...
Decía que su padre le aconseja que sea reservada, ¿lo está haciendo?
L. R.: Sí, sí. Me considero una chica muy reservada. No me gusta hablar de mis problemas personales.
¿Cómo le gustan los hombres?
L. R.: Sobre todo, me gustan fieles, reservados, educados, honestos, humildes... Solo pedimos que sean buenas personas, que nos cuiden.
Me imagino que ahora no quiere ni novio, ¿no?
L. R.: El caso es que ya tuve una relación hace poco, y ahora ya no me apetece. Tengo 18 años, acabo de llegar a Madrid, tengo que conocer a mucha gente, hago millones de amigos... Claro, algún besillo me daré...
Y las vacaciones, ¿las tiene planeadas?
L. R.: Todavía no. La idea es ir a Asturias ahora en julio a ver a mi hermano. Le echo mucho de menos. Y en agosto ya me iré a Ibiza... Bueno, a Ibiza no que me tenéis muy controlada. Me gustaría ir, porque me encanta la música electrónica, pero todavía no he ido.
¿Cómo está el tema de sus proyectos como DJ?
L. R.: Estoy aprendiendo. Hice ya la sesión de El Amante, me volvieron a llamar pero quiero esperar un pelín para tener mucha más música, saber mucho más y ser más profesional.
¿Se lo plantea como otra salida?
L. R.: Yo estoy mucho más centrada en la moda, y tengo muy claro que mi trabajo es ser modelo. Sí que estoy dispuesta a hacer canales de YouTube. Me di cuenta de que el mundo de la noche es muy duro, y me encanta, pero preferiría hacer más eventos y más moda.
¿Se considera más romántica o más práctica?
L.R.: Ahora mismo soy práctica, pero hace seis meses era una romántica... Demasiado romántica, incluso un poco empalagosa.
¿Ha sufrido un desengaño?
L.R.: No. Una va creciendo, se le van quitando los pájaros de la cabeza. Cuando creces y vas diciendo: 'Éste no, éste tampoco...'. Hay que ser práctica. No comerse la cabeza por nada ni por nadie, quererse uno, cuidarse uno y luego, si vienen y me cuidan, cuidas; pero, hasta que no te cuiden, no cuides.
No parece que tenga 18 años.
L. R.: Bueno, tuve una relación larga y con una persona un pelin más mayor que yo, así que una aprende. Es lo que hay...
Decía que su madre la idolatra. ¿Le preocupan un poco las comparaciones con su madre?
L. R.: Depende de qué comparaciones. Hay cosas que, lógicamente, no me gustan y hay otras que me encantan. Siempre hay comentarios malos que, da pena decirlo, pero a veces son más malos que buenos y siempre van a hacer daño. Hay gente que se pasa mucho y dices: 'Buf, vaya comparaciones más...'. Pero no lo llevo muy mal. La verdad es que estoy orgullosa de mi madre, por lo que cuando me comparan con ella me encanta. Me sienta bien, de hecho, porque yo a mi madre la veo una tiarrona, sexy, sigue teniendo esas curvas, ese cuerpo... Y tiene dos hijos.
De hecho, su madre acaba de hacer una sesión de fotos en lencería.
L. R.: ¿Viste qué guapa? Con dos hijos...
¿Le gustaría ser actriz como su madre?
L. R: Voy a hacer algún cursillo, sí. Quería meterme ahora en alguno ahora para aprender, pero todavía no se sabe.
Tiene que ser muy complicado mantenerse en forma, no podrá salir mucho de fiesta.
L. R.: No, claro. De hecho, si salgo de fiesta no puedo beber. Salí en su día y bebí, pero ahora no puedo beber.
Y la vez que salió, la pillaron.
L. R.: Es que me buscan, me buscan. (Willy Bárcenas) Es un amigo, un encanto de hombre... Pero solo amigo, de verdad. De hecho, tenemos los dos la misma mala memoria.