A tres semanas de acabar el tratamiento para superar la hepatitis C de la que fue diagnosticada en pleno proceso de divorcio de Tommy Lee Jones, Pamela Anderson ha concedido una sincera entrevista a Vanity Fair en la que habla de su paseo por el infierno. "Me dieron diez años de vida y entré en una dinámica autodestructiva, me daba pánico estar sola", reconoce la exvigilante de la playa.
"Yo era muy naíf cuando conocí a Tommy", cuenta. "Él era rebelde, salvaje, se metía en líos, salía hasta muy tarde. Me quedé embarazada y dejé de beber. Después me volví a meter en líos. Tommy y yo compartimos unas agujas para hacernos un tatuaje y contraje hepatitis C. Me la diagnosticaron cuando me acababa de divorciar de él, con dos bebés que tenía que criar sola porque él estaba siempre de gira", recuerda la actriz sobre su pasado con el -batería del grupo de rock Mötley Crüe.
"Recomiendo a las mujeres no tener el tipo de relación tormentosa que yo tuve con Tommy, aunque ahora seamos amigos", apunta sobre su ex, que cumplió una pena de cuatro meses de cárcel por haberle agredido; "y educo a conciencia a mis hijos para que respeten a las mujeres", explica la protagonista de Los vigilantes de la playa.
Otro de los episodios problemáticos que vivió durante su matrimonio fue el robo de unas cintas caseras donde la pareja mantenía relaciones sexuales, y que luego se hicieron públicas "Fue humillante. Nunca he querido ver las imágenes. Eran 20 cintas que grabamos durante nuestra luna de miel, las juntaron e hicieron con ello una película. Fue durísimo, demasiada presión, y creo que uno de los motivos por los que Tommy y yo no estamos juntos. La gente sigue creyendo que lo habíamos filtrado nosotros y eso es mentira".
Ante la pregunta de si sus hijos conocen la existencia de las cintas, afirma a Vanity Fair: "Por supuesto. Tuve que mantener con ellos una conversación, porque ya estaban escuchando comentarios en el colegio. Fue devastador. Creen que es horrible lo que se le hizo a su madre, pero también el tipo de madre que soy supongo que influyó. Yo tenía un pasado de chica Playboy pero, por supuesto, esto era una cosa diferente".
Ahora, Pamela Anderson quiere empezar de nuevo: "Todos los errores son aciertos encubiertos. Siento que la vida me ha dado una segunda oportunidad. Ahora empiezo el segundo acto. No me da miedo envejecer, sueño con ser abuela. Disfruto haciendo meditación, yendo al supermercado, paseando a los perros por la playa antes de llevar a mis hijos al colegio".
Y para comenzar una nueva vida, ha comenzado a codearse con otras amistades. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, es ahora uno de sus mejores amigos. "Cada vez que estoy en Londres lo visito. Creo que es uno de los líderes del mundo moderno, al fin y al cabo la información es lo más valioso que tenemos. Por primera vez no me preguntan solo por mis novios o mis pechos".
Anderson ha reaparecido en el concierto de fin de la gira Dead Petz de Miley Cyrus. Anderson se subió al escenario de The Wiltern, en Los Ángeles, portando una pancarta que decía: "Salva a las ballenas".
Cyrus lucía una pelúca de arco iris, una diadema de unicornio y un sujetador con un pecho falso.