El Langui ha sido el protagonista de la Semana de la Juventud del municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. Como eje de la campaña de 12 Meses de Mediaset España Se buscan valientes, el rapero es quien mejor puede transmitir el mensaje contra el acoso escolar, según el alcalde de la localidad, Nacho Casavilla.
"A los chavales se les va a quedar mucho más si se lo cuenta él que si se lo cuentan en casa o yo", apunta Casavilla.
¿Langui o Juan Manuel, cuál es su verdadero nombre?
El Langui: Pues realmente como quieras. Langui es mi apodo, el que me pusieron mis compañeros. El origen de este mote es el de una persona con dificultad, con parálisis cerebral, que, cuando yo era pequeño, en mi barrio, era de los mayores, y para mí fue siempre un referente. Era una persona excepcional, siempre era el primero en practicar baloncesto en silla de ruedas, hacer radio local... Todo ello de una forma muy optimista, siempre muy echado para adelante. Mis propios amigos, que también lo conocían, empezaron a llamarme de la misma forma que a Matías. Entonces, cuando llegué a la música, lo tuve claro y dije: "Yo me pongo Langui". Así que me da igual la forma en la que se me llame.
Está aquí con su lucha para acabar con el bullying
E. L.: Pues, evidentemente, seguimos buscando valientes, que sabemos que hay muchos. Aunque a veces les cuesta un poco sacar la empatía con el compañero que lo está pasando mal.
¿Cómo ve la sociedad actual en relación con el acoso escolar? ¿Considera que hay diferencias a cuando era pequeño?
E. L.: Acoso escolar ha habido siempre. Siempre ha habido gente que se ha aprovechado del que siempre ha sido más débil, y digo débil así porque luego se enfadan... Yo lo he recibido. Pero la situación no fue a más porque siempre he tenido alrededor un montón de valientes. Mis compañeros siempre se ponían delante y decían cosas como: "No le vas a hacer burla porque, si no, se lo digo a la señorita"... Sabían que eso no era de chivatos, sino que era de valientes. Cuando de repente decían: "Hoy Juanma no juega el partido porque a lo mejor se cae y tenemos que parar el partido", ellos respondían: "A lo mejor el que no juega eres tú, ni hoy ni mañana". Siempre ha habido un montón de valientes que se ponían a mi alrededor. Siempre ha habido abuso y acoso escolar.
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué hay personas que se comportan de esta forma?
E. L.: No olvidemos que esos abusones y esos acosadores también están pasando por algún momento de su vida que no saben cómo expresar y que la forma de hacerlo es intimidando al que, en cierta medida, recibe más cariño que él en casa.
Cada vez hay una mayor lucha, pero hay un sector que piensa que, cuanto más se habla de ello, más bullying
E. L.: No, no, no. No, no, no... al revés, cada vez hay más medios, más redes sociales donde hablar y denunciar estas situaciones... Hay muchos más medios de comunicación, muchos más medios que hacen visibilizar las situaciones de maltrato o acoso. Y es la manera de concienciar. La palabra "valientes"; el "unámonos" y el "si ves un caso así, no mires para otro lado"; el "conciénciate y saca tu empatía"... es ir incidiendo y es, un poco, el secreto de esta campaña.
¿A cuántos acosadores ha reconvertido
E. L.: Seguro que a muchos. Con esta campaña nos están llegando un montón de casos, y especialmente de muchachos que llevan meses y meses con profesores trabajando con ellos y que, de repente, con esta campaña han llegado a clase un día, se han levantado sin que nadie les dijera nada y se han puesto a pedir perdón públicamente por lo que están haciendo, reconociendo que quieren cambiar de actitud con lágrimas en los ojos. Y al ver esta situación dices: "Eso se está haciendo bien, estamos consiguiendo algo".
¿Le escriben muchos de esos chavales acosadores?
E. L.: Sí, sí, muchos. También Mediaset ha abierto el portal sebuscanvalientes.com con información y herramientas para poder trabajar, porque yo no dejo de ser un artista que está poniendo cara y voz a esta campaña. Y entonces, cuando nos escriben, les derivamos a profesionales.
A raíz de esta campaña mueve masas y arrastra a mucha gente. ¿Cómo lo lleva? ¿Qué tal se siente?
E. L.: Pues como siempre. Es que esto es el progreso. Me siento vital, con fuerzas, y cuando no las tengo miro a mi alrededor y hacia atrás y veo que hay gente que lo está pasando mal, que lo está pasando peor que yo y que está tirando hacia adelante. Al darme cuenta de mi situación privilegiada, digo: "¡Qué cojones! Tengo trabajo, veo cómo estoy y, realmente, no me puedo quejar".
Pablo Pineda (maestro, conferenciante, presentador, escritor y actor con síndrome de Down) habló muy bien de usted. ¿Que opinión tiene de él y del trabajo que está realizando?
E. L.: Es un monstruo. Es alguien con el que te gusta estar siempre. Es un fenómeno. Estuvimos un día de trabajo y es cuando te das cuenta de que Pablo es de ese tipo de personas que te hacen levantar y piensas: "No me puedo quejar". Pero decides que sí, te vas a quejar, pero te vas a quejar para conseguir cosas para otros.
¿Cómo lo está llevando su hijo Hugo? ¿Qué dice al ver dónde está su padre? Le verá como un héroe, supongo...
E. L.: Hugo es al revés. Él piensa: "Mi padre no mola". Ya sabes lo que se dice: en casa del herrero, cuchillo de palo. Yo creo que se le quedará y, cuando sea mayor y tire de hemeroteca, se dará más cuenta de lo que estoy haciendo. Pero lo dicho, en mi casa molan más otros papás.