Elena Ballesteros: "El desengaño amoroso me ha enseñado mucho"
Dicen que después de la tormenta llega la calma. Así parece que ha sido en la vida de la actriz Elena Ballesteros, expareja del humorista Dani Mateo. Y es que el amor se acabó en cuanto la actriz se enteró el pasado verano, al mismo tiempo que el resto del mundo y a través de la prensa del corazón, de la más que amistad que mantenía su entonces esposo con la modelo e instagramer Teresa Bass.
Sin ocultar en público su dolor, la actriz decidió divorciarse del colaborador de El intermedio (La Sexta) y emprender un nuevo camino en Londres, de donde vuelve periódicamente a ver su Jimena, de 13 años, fruto de su matrimonio con el también actor Paco Marín, a quien conoció en la serie Periodistas. La intérprete de trabajos en Paco y Veva, Paco y Veva,La habitación de Fermat o La familia Mata (donde se enamoró de Mateo), apenas pisa España.
Tras unos meses fuera, Ballesteros acudió al Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, donde coincidió con el actor Richard Gere, para apoyar el proyecto de ayuda a la estancia para los niños con cáncer.
¿Está mejor?
Elena Ballesteros: Estoy mucho mejor. Estoy trabajando en ello, mucho mejor.
La última vez que habló para los medios, estaba en Londres.
E. B.: Sí, estoy entre Londres y España, y el año que viene en invierno vuelvo otra vez ya definitivamente allí. La verdad es que estoy muy contenta. Me tratan muy bien los ingleses, así que no me puedo quejar.
¿Por trabajo?
E. B.: Sí, es un tema profesional.
¿Estudiando e intentando hacer algo?
E. B.: Bueno, tengo varias cosas en marcha aparte de otros temas más solidarios con gente de allá e incluso políticos de por medio. Estoy muy contenta.
¿Y su hija?
E. B.: Mi hija no quiere saber nada de irse a Inglaterra. Está con su padre (Paco Marín) y yo vengo cada 15 días a estar con ella.
¿No se enamora de un inglés?
E. B.: En principio no.
¿Está libre?
E. B.: Sí, estoy en trámites de... pero bueno, todavía no.
Entonces está con alguien... ¿Pero de qué nacionalidad?
E. B.: Bueno, estoy feliz, la verdad. Feliz, feliz...
¿Es de la profesión?
E. B.: No puedo decir más.
¿No le importaría que no fuese de la profesión?
E. B.: Me da igual la profesión de la persona, miro a la persona.
¿Lo que le ha pasado en la vida ha hecho que sea más reticente a tener una pareja?
E. B.: Supongo que todas las mujeres y hombres que han tenido un desengaño amoroso fuerte les pasa. Suelen cuidar un poquito su corazón. En mi caso, me ha enseñado mucho. Supongo que hay gente que se queda anclada en el sufrimiento y en el despecho, pero yo he querido aprender de la experiencia. La vida es muy corta y realmente me he dado cuenta de que tenemos el amor que creemos merecer. Ha sido sobre todo cuidar de mí y atreverme a merecer algo muy grande.
Y esa nueva ilusión, ¿es así de grande?
E. B.: ...