El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido respeto para que su hijo de diez años, Barron Trump, pueda "crecer alejado del foco político", después de que éste se convirtiera en protagonista involuntario de la ceremonia de la toma de posesión del republicano.
Durante el acto, las cámaras se centraron en la actitud del hijo del político y de su esposa, Melania, al que se le vio bostezando en alguna ocasión, igual que durante la celebración de la victoria en las elecciones el 8 de noviembre.
Tras ambos actos públicos, la prensa estadounidense comenzó a especular acerca de la posibilidad de que Barron Trump sea autista.
Hasta la hija del expresidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, Chelsea Clinton, ha salido en defensa del hijo del nuevo mandatario señalando que se merece la oportunidad que debe tener todo niño: no perder su infancia.
A este respecto, la Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que explica que es "una tradición" que lleva mucho tiempo practicándose que a "los hijos del presidente se les permita la oportunidad de crecer alejados del foco político".
"La Casa Blanca espera que esta tradición continúe", ha añadido en un breve texto que ha concluido asegurando que desde Washington se espera "cooperación" en este sentido.
Tras el acto de investidura de Trump, Katie Rich, guionista del programaKatie Rich, Saturday night live, publicó un comentario desde su cuenta personal de la red social Twitter señalando que Barron Trump iba a convertirse en el primer alumno en realizar un tiroteo, en lugar de en una escuela, en su propia vivienda -sugiriendo que Barron Trump será educado en la Casa Blanca-.
La periodista ha eliminado todos sus comentarios y ha pedido disculpas públicamente, lo que no ha evitado que haya sido despedida de la cadena.