Kim Kardashian ha concedido una entrevista a C Magazine en la que habla de los problemas que sufrió junto a su marido Kanye West para quedarse embarazada por segunda vez. La celebrity reconoce que tuvo bastantes complicaciones, y que finalmente necesitó recurrir a la ayuda de médicos para concebir al hijo que espera ahora. Como revela, estuvieron intentándolo un año: "Fue un año de intentos y hubo muchas complicaciones".
Además, la hija de Kris Jenner descubrió que sufría placenta accreta, una dolencia que se debe a una excesiva adherencia a la pared del útero, y que puede llegar incluso a la extirpación de este órgano: "Tuve placenta accreta. Me sometí a un par de operaciones para solucionarlo, por lo que quedarme embarazada se hizo aún más difícil".
Los meses pasaban y la concepción no llegaba: "Iba cada día a las cinco de la mañana al doctor para ver si había ovulado. Todo eso le quitó la diversión al asunto. Tener sexo tantas veces al día se hizo aburrido".
Finalmente, la pareja recurrió a la fecundación in vitro