Una semana antes de su separación, Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada posaban junto a sus hijos, Tristán y Cósima, en su ático de Madrid para el número de diciembre de Vogue. La diseñadora ha asegurado a la revista mensual que no era consciente de lo que sucedería en días posteriores. Tampoco explica de qué se trata, pero ha sido lo suficientemente relevante como para afirmar sin género de dudas: "Vogue .
Se ponen fin así a tres décadas de relación, que culminaron hace unos meses con boda, entre el exdirector de El Mundo y la diseñadora de los corazones y las nubes de colores. "Pedro J. y yo tenemos caracteres muy fuertes, pero no me podría haber enamorado de una persona débil", apunta la creadora.
En la entrevista con Vogue, realizada el 28 de octubre, Ruiz de la Prada repasa la historia en común de la pareja, con sus luces y sus sombras.
Entre estas últimas, el vídeo que se difundió hace dos décadas y en el que aparecía el periodista practicando sexo con otra mujer.
"La publicación del vídeo (sexual) de Pedro J. nos hizo más fuertes como pareja y supimos sobrellevarlo muy bien", declara ella.
"Han pasado 20 años de aquel vídeo. Se equivocaron de persona porque creyeron que me iban a intimidar y se equivocaron de país porque pensaron que iban a generar una reacción rijosa e inquisitorial. Aquello fue el último atentado de los GAL", asegura Pedro J.
El mensual también da voz a los hijos, que trabajan en la empresa de moda de la madre. De hecho, Tristán afirma: "Mi madre es muy maquiavélica, creo que ha estado planeando mi carrera durante muchos años".
"Cuando estamos en familia hay muchos egos sobre la mesa. Mi madre parece una mujer súper moderna, luego es más clásica, comme il faut, snob incluso... Mi padre es más suave, empático, accesible. Un troz de pan. Ella es mucho más dura, él mucho más liberal", revela la hija.