El primer beso de Candela Serrat y Daniel Muriel, por exigencias del guion
Cerca de un año de relación llevan ya la hija de Joan Manuel Serrat Candela y el también actor Daniel Muriel. Aunque discretos en sus apariciones públicas, la coprotagonista del culebrón de La 1 Seis hermanas no esquivó hablar de su pareja -con quien trabaja en la serie- en el photocall del preestreno de la película El guardián invisible, adaptación de la primera entrega de la trilogía del Baztán escrita por Dolores Redondo.
Marta Etura interpreta a la inspectora Amaia Salazar en esta cinta sobre el best-seller que dirige Fernando Gómez Molina y que llega a los cines el 3 de marzo.
Donde no se escondieron la hija del noi del Poble Sec y Daniel Muriel fue en su visita promocional al programa de La 1 Hora punta, donde contaron que su primer beso fue tanto ficción como realidad.
Fue en la telenovela de la cadena pública, por exigencias del guion. Serrat interpretaba el papel de una chica lesbiana, y Muriel de un chico gay. Se conocen sin saber la condición sexual del otro. Y se besan para ver si pueden llegar a sentir algo el uno por el otro.
¿Le gusta el género de El guardián invisible
Candela Serrat: Sí, y creo que hace falta que el cine español haga más películas de misterio.
¿Qué está haciendo ahora?
C. S.: Pues ahora mismo estamos en TVE con Seis hermanas. Así que ahí seguimos.
¿Tiene más proyectos?
C. S.: De momento, hasta que no acabemos la serie diaria y todo se asiente un poquito, no.
¿Le quita mucho tiempo?
C. S.: Sí, son muchas horas. Ahora, a esperar a que se acaben las hermanas Silva y a ver qué nos trae.
¿Y qué tal la relación con Daniel Muriel?
C. S.: Todo muy bien, gracias.
¿Cuánto tiempo llevan?
C. S.: Muchísimo.
¿Y el posado para cuándo?
C. S.: Nosotros no tenemos ningún problema en posar juntos, pero no creemos que sea necesario.
Daniel lo lleva peor.
C. S.: Sí.
No le gusta hablar de su relación.
C. S.: No, es que tampoco creemos que sea un tema del que hablar muy a menudo.
Pero es algo bonito.
C. S.: Es algo bonito, así que tampoco hay que evitarlo.