Edurne ya está en Viena. En la semana previa a su participación en la 60ª edición del Festival de Eurovisión, estará acompañada por sus padres y su hermano, y en la final, el sábado 23 de mayo, se suman los tíos y primos, "porque es un momento mágico y ellos son parte de él, ya que desde muy pequeña me han apoyado y llevado a clases de canto. Ellos forman parte de todo lo que me ha ido pasando", revelaba la representante de Televisión Española en el certamen, horas antes de partir. Quien no podrá estar junto a ella es el hoy por hoy portero del Manchester United, David de Gea, inmerso en plena Premier League.

Él le ha dicho "que lo disfrute, que es una responsabilidad muy grande pero que son sólo unos minutos que se pasan muy rápido", cuenta la cantante.

"Estoy contenta, feliz. ¡Parece mentira que haya llegado el día!", ha afirmado antes de embarcar en el aeropuerto Madrid-Barajas, donde ha posado junto a Giuseppe Di Bella, el bailarín que le acompañará sobre el escenario del Wiener Stadhalle en la interpretación de Amanecer.

Apenas sin tiempo de aterrizar, el domingo empieza ya la frenética actividad de la madrileña. Tras el primer ensayo sobre el terreno, llegan la ceremonia de bienvenida en el Ayuntamiento de Viena, fiestas de las distintas delegaciones, más ensayos, promoción... y ya quedará desvelado el secreto en torno al vestido que lucirá en la final de Eurovisión.

"Vamos con una propuesta muy diferente. Creo que es una puesta en escena que juega mucho con la interpretación", opina Edurne.

Sobre sus rivales, sostiene que "hay muy buenos temas y eso me encanta. Me gustan muchas: Bélgica, Estonia, Albania, Georgia...". El favorito de las casas de apuestas es Suecia.