Sarah Jessica Parker regresa a HBO con el "retrato crudo" de una separación
Una docena de años después de correr sobre 12 centímetros de tacón por el Village buscando el amor en Sexo en Nueva York, Sarah Jessica Parker se baja de los manolos, se calza unas UGG, se ha mudado a las afueras de Manhattan, es madre de dos adolescentes y ve cómo su matrimonio se desbarata. La actriz de Ohio, de 51 años, regresa a HBO como protagonista de Divorce, una comedia dramática -un "retrato crudo" de la separación, según ella- que coprotagoniza con Thomas Haden Church (Entre copas).
La actriz, nominada a los Globos de Oro en la categoría de comedia por este papel, vuelve a su "casa", tal como ella considera a HBO, y por eso no podía faltar en el lanzamiento de este servicio de televisión en streaming en España. Parker se ha pateado Madrid, ha cenado con su amigo el embajador de EEUU, James Costos -que antes fue ejecutivo de HBO-, y fue la estrella del encuentro con los medios de comunicación en un hotel donde algunas carries madrileñas quedan a tomar un gin tonic a última hora de la tarde.
Mujer, pareja, trabajo, conflictos cotidianos... Sarah Jessica Parker no ve muchas similitudes entre Carrie Bradshaw, la periodista de Sexo en Nueva York, y Frances, la madre desconcertada de Divorce. "Carrie y Frances son personas muy distintas que han tomado decisiones muy diferentes, aunque ambas hayan cometido errores", asegura.
Con la serie que le hizo popular, marcó un hito en la televisión porque "dio voz a unas mujeres que hasta entonces nunca la habían tenido de esa manera", opina.
Luego han venido otras, también de mujeres con carácter y con Nueva York como escenario, y en HBO -Girls-, de las que Sarah Jessica Parker también parece desmarcarse, y solo admite que alguien pueda preguntarse si hubiera existido la comedia de Lena Dunham "sin su antecesora Sexo en Nueva York"
La actriz se confiesa una privilegiada en el proceloso mundo de Hollywood, el cine, la televisión, los productores, los actores... "Igual he vivido en una burbuja, donde se da voz a hombres y mujeres", asume, "pero mi experiencia es que las series protagonizadas por mujeres nunca se han considerado algo menor".
"Hay muchas profesionales en televisión, desde ejecutivas hasta guionistas, creadoras... Quizás el único hueco por llenar es la dirección", admite, antes de contar que en Divorce intentan "llenar ese vacío" y el 50% de los capítulos han sido dirigidos por mujeres.
Ella produce, y la creadora es la británica Sharon Horgan, que ya abordó el agridulce tema de las parejas en la también a ratos cómica, a ratos dramática Catastrophe
Divorce, "aunque es verdad que cuenta algo tan doloroso como un divorcio, siempre tiene momentos ridículos, divertidos, llenos de humor", explica su protagonista. Y deja a juicio del espectador si es turno de reir o llorar.
Por último, y preguntada por su nominación a los Globos de Oro (ya tiene cuatro por Sexo en Nueva York, que también le dio dos Emmys), confiesa sentir una sensación "agridulce" al ver que su compañero no es candidato. Y humilde, afirma que "Frances está tan bien escrita que esta nominación es también para los guionistas y la serie".