Una cosa es que Tamara Falcó asuma su cambio físico consecuencia de un problema de tiroides y otra que se lo pasen por las narices. La hija mediana de Isabel Preysler se ha sentido traicionada por la revista ¡Hola!, y ha roto la relación que le unía a ella. Así, ha cerrado el blog donde escribía desde hace un par de años.
Tamara Falcó, acostumbrada a que la publicación de los Sánchez Junco descubra siempre su mejor cara, se sintió dolida porque hace unos meses ésta la sacó en un photocall "desde mi peor ángulo".
Así, se sintió obligada a hacer un posado y conceder una exclusiva en la que aclaraba que su cambio físico era consecuencia de un problema de tiroides, que ya estaba controlando y que asumía con resignación cristiana.
Siempre tan sincera, y hablando sin filtros, la hija del marqués de Griñón contó posteriormente en las redes sociales: "Me sacaron focalizándose en mis peores ángulos". "Obligaron al fotógrafo a entregar fotos sin que yo las hubiese visto, incluso amenazándole... Después me pidió perdón y me duele haber sido traicionada por una amiga", explicaba la joven, metida ahora a diseñadora de moda.
Incluso recurre a Isabel Preysler como apoyo en sus horas de decepción: "Cuando se lo conté a mi madre, me dijo: 'Si me lo hicieron a mí cuando falleció tío Miguel [Boyer]... Imagínate".
"Es verdad que aprovecharte de alguien cuando está pasándolo mal para vender más ejemplares, te decepciona. Al final, tan sólo te causa misericordia por lo vacío que esas personas han de estar por dentro", se lamenta.