El lustro que va de 2000 a 2004 supuso el comienzo de los años en los que Telecinco pasa a ocupar un lugar privilegiado en las preferencias de los españoles y consolida el espíritu que le lleva a desbancar a la televisión pública de su liderazgo de audiencias por primera vez en la historia.

El arrojo demostrado por la cadena para probar nuevos formatos alcanza su máxima expresión con el estreno de Gran hermano, el paradigma de un género televisivo inexplorado hasta entonces en España y que alcanza una dimensión sociológica que traspasa la pantalla. El concurso cala en los espectadores y se genera una expectación tal en torno al devenir de los concursantes que la final de la primera edición alcanza un 70,8% de share y una media de más de nueve millones de espectadores.

Con la frescura y la cercanía con el espectador como bandera, Telecinco reinventa productos clásicos y los impregna de una personalidad inconfundible que los convierte en fenómenos sin precedentes, como el protagonizado durante cinco años por Aquí hay tomate o A tu lado en la franja de tarde.

En la misma línea de innovación y riesgo, el equipo de deportes de Informativos comienza a emitir los Grandes Premios de Fórmula 1 de una forma diferente y personal, creando afición entre la audiencia y utilizando un inédito tono didáctico en las retransmisiones que termina por transformar en deporte de masas lo que hasta el momento era una disciplina deportiva minoritaria. Prueba de ello es que una de las 10 emisiones más vistas en la historia de la cadena corresponde al Gran Premio de Brasil de 2006, que alcanzó un 56% de share

Los creadores de ficción nacional siguen llamando a las puertas de la cadena, que aglutina las series más seguidas y en la que trabajan algunos de los rostros más relevantes del plantel de actores español. Telecinco ofrece nuevas series que con los años pasarán a formar parte de la memoria colectiva de los espectadores como Los Serrano, Hospital Central y Motivos personales e importa la franquicia C.S.I., una de las series extranjeras con más éxito a nivel mundial cuya imagen pronto queda inexorablemente ligada a la de Telecinco.

El liderazgo de audiencia, los datos de facturación y la dimensión empresarial conseguida hacen posible la salida a bolsa de Telecinco el 24 de junio de 2004. La compañía se revaloriza casi un 50% en solo seis meses, pasando a formar parte del Ibex 35 en una OPV calificada como una de las más exitosas de nuestro país.

Obligada desde 1998 a invertir parte de sus ingresos en la industria del cine español, la cadena convierte la imposición en una oportunidad para trazar una estrategia de búsqueda de prestigio y rentabilidad que le lleva a producir exitosos títulos como El otro lado de la cama, La gran aventura de Mortadelo y Filemón, Días de fútbol y El lobo.

Con el ánimo de devolver a la sociedad una parte de lo que ésta le ha dado, la cadena se adelanta a su tiempo y, cuando nadie aún hablaba de la responsabilidad social corporativa, comienza a ejercer en 2000 un plan de acción social con 12 meses, 12 causas, una iniciativa solidaria que pronto se convierte en una de sus principales señas de identidad y que la lleva a ser el medio de comunicación solidariamente más comprometido, responsable y reconocido.