Desde que están obligadas a destinar un 5% de sus ingresos a financiar obra audiovisual europea, las televisiones españolas han destinado en torno a dos mil millones de euros a este fin. Según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los operadores que más han aportado desde 1999 han sido Mediaset España (545.482 millones de euros), RTVE (526.078 millones) y Atresmedia (478.905 millones).
Según el último balance, correspondiente al ejercicio 2013, pese a que los ingresos del conjunto de los operadores cayó un 16% respecto al año anterior (2.571.556 millones de euros), la inversión en obra audiovisual creció un 2,63% (188,3 millones de euros).
De estos cerca de 200 millones, Mediaset España invirtió 65,4 millones de euros. Le siguen Atresmedia (46,9 millones) y RTVE (846,7 millones).
Los prestadores de servicios audiovisuales invirtieron una media de 650.103,15 euros por películas españolas (tanto por financiación directa como por compra de derechos).
El estudio señala que en ese año el coste medio de los largometrajes españoles fue de 2,6 millones de euros (2,3 millones en 2012). En comparación con países de nuestro entorno, el coste medio en Francia fue de 4,9 millones de euros, en Alemania de 5,3 millones de euros y en Italia de 1,8 millones de euros.
La CNMC destaca el aumento en la partida destinada a la promoción de las películas, que pasó de un 10,51% en 2012 a un 14,37% en 2013 sobre el coste total, aunque "todavía insuficiente para que incida de forma significativa en la capacidad de competir de las películas españolas respecto a las películas de otras nacionalidades".
De los 231 largometrajes españoles producidos en 2013, 117 de ellos fueron financiados con la aportación de las televisiones obligadas.