Mediaset desmiente que haya incumplido la ley en la contratación de la publicidad
Mediaset España rechaza categóricamente los supuestos incumplimientos señalados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la apertura de su anunciada investigación por presunto incumplimiento del artículo 1 de la Ley de Defensa de la Competencia (LDC). Mediaset España niega, además, la existencia de una conducta supuestamente paralela a la de Atresmedia en el establecimiento de las condiciones para la contratación de la publicidad con los anunciantes y agencias de medios.
De acuerdo con los términos de la investigación anunciada por la CNMC, existirían condiciones que "podrían dificultar injustificadamente la entrada y expansión de terceros operadores en el mercado de la publicidad televisiva en España, restringiendo indebidamente la competencia efectiva en dicho mercado", de lo que cabe deducir que son precisamente esos operadores los que habrían alentado la animadversión contra las dos principales compañías audiovisuales.
Campaña que, por otra parte, se ha podido comprobar con su reiterada actividad pública en contra de un supuesto duopolio, cuando la estructura del mercado publicitario no difiere en esencia de la existente en los principales mercados europeos, siendo el español un mercado fuertemente competitivo.
Esta compañía se ve obligada a destacar la manipulación existente en tales acusaciones, puesto que nadie desconoce hoy que la inversión publicitaria del mercado audiovisual español se distribuye no solo en los dos primeros grupos de televisión en abierto, sino también en operadores internacionales como Facebook, en una cantidad valorada por diferentes estudios en torno a los 1.000 millones de euros anuales.
Ninguno de los nuevos operadores de la TDT deberían mostrarse sorprendidos por unas condiciones de mercado que deberían ser sobradamente conocidas para abordar un plan de negocio. No en vano, los operadores que lanzaron dos cadenas como Cuatro y La Sexta se vieron obligados pocos años después a vender sus licencias ante la imposibilidad de rentabilizarlas.
Sin embargo, se viene especulando con la existencia de un "perverso" duopolio, con el fin último de obtener más ingresos publicitarios de los que se logran con la honesta combinación de unos contenidos deseados por el público y una excelente gestión comercial.
Mediaset España considera que dichas imputaciones carecen absolutamente de fundamento, ya que no dispone de posición de dominio ninguno en el mercado de publicidad y, por tanto, no dispone de capacidad para imponer condiciones abusivas de ningún tipo a sus clientes.
En febrero de 2016, una vez finalizadas las restricciones publicitarias impuestas por la CNMC tras la fusión de Cuatro, Publiespaña sigue manteniendo la venta por separado los módulos de Telecinco y Cuatro, y también comercializa de manera aislada cada uno de los siete canales, aún cuando dichas restricciones ya no se encuentran vigentes en la actualidad.
Dicha comercialización, además, fue validada por la CNMC en su Resolución de vigilancia de marzo de 2017 de los compromisos de la fusión Telecinco-Cuatro declarándose conforme a Derecho, razón por la cual no se entiende ahora la apertura de un expediente sancionador en relación con este punto.