No todos están de acuerdo en aplaudir el estreno en Netflix de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, que imagina el oscuro origen de Sabrina: cosas de brujas.Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Sabrina: cosas de brujas. El Templo Satánico ha anunciado que ha emprendido acciones legales contra la plataforma de streaming por el uso de una estatua que, según el colectivo, viola sus derechos de autor. Se trata de la estatua de Baphomet, una deidad parecida a una cabra que simboliza el ocultismo y cuya historia se remonta a siglos.
"Los creadores del programa no utilizaron una cabra satánica genérica que se usa comúnmente en muchos círculos ocultistas, sino que crearon una réplica fácilmente identificable de la estatua del Templo Satánico", afirma la organización. "A diferencia de la mayoría de las imágenes asociadas con el satanismo, la estatua de Baphomet, diseñada y construida para el Templo Satánico, está protegida por derechos de autor, lo que otorga al creador derechos exclusivos para determinar si, y bajo qué condiciones, esta obra puede ser utilizada por otros".
La secta denuncia que Netflix y Warner supuestamente no pidieron permiso para su uso en el reboot de la serie de los 90 protagonizado por Kiernan Shipka, además de utilizarla para simbolizar a las tropas de Pánico Satánicoreboot y, por lo tanto, representar al grupo y sus creencias de manera negativa. "Dado el uso de la estatua Baphomet en la serie para representar un culto caníbal malvado, una percepción falsamente asociada con el satanismo incluso en los tiempos modernos, Templo Satánico habría negado su uso a los creadores", continúa el comunicado.
"No solo contradice lo que representa Baphomet, se lo debemos a aquellos que se identifican con nosotros el no permitir que esta imagen, y por extensión ellos mismos, sean representados de esta manera".
La estatua original de Baphomet fue desvelada en 2015 y costó alrededor de 100.000 dólares (87.600 euros). Templo Satánico pretende trasladar la imagen de Baphomet al capitolio de Arkansas, donde se encuentra un monumento dedicado a Los 10 Mandamientos, como símbolo de la libertad religiosa y de expresión.