Una beca de 26.800 euros en National Geographic con una idea en tres folios
La National Geographic Society anima a los investigadores españoles a participar en su programa de becas para dar visibilidad a sus trabajos que "pueden ofrecer soluciones para conseguir un futuro más sostenible y saludable", según ha indicado el martes 23 de mayo el vicepresidente de Iniciativas Globales de la organización, Dave Schacht, durante la presentación en Madrid de estas ayudas.
Hasta la fecha, National Geographic ha concedido más de 12.500 ayudas dentro de este programa, lo que supone que cada año 450 exploradores de más de 120 países han recibido una de estas becas para llevar a cabo su proyecto de investigación. En los últimos cinco años, 13 españoles han logrado una.
La primera expedición financiada se llevó a cabo en 1890 y tenía como objetivo cartografiar el desconocido monte San Elías de Alaska (Estados Unidos). Desde ese año, el compromiso de National Geographic con los investigadores ha sido constante y ahora anima a los exploradores españoles a unirse a su comunidad global, según ha indicado Schacht, que ha asegurado que "lo más importante" es la idea y el proyecto de los candidatos para ser seleccionados, "por encima" de su currículum.
Las ayudas oscilan desde los 5.000 dólares (4.470 euros) de las becas de Carrera Temprana hasta los 30.000 dólares (26.800 euros) de las becas Estándar y pueden solicitarse online (http://www.nationalgeographic.es/becas) a lo largo de los 365 días del año.
Las becas de este programa se conceden en los campos de investigación, conservación, educación, divulgación o tecnología y se engloban, a su vez, dentro de tres áreas: El viaje humano -proyectos sobre la experiencia humana a través del tiempo para preservar el patrimonio compartido-; Vida y lugares salvajes -biodiversidad de la Tierra para comprender mejor y conservar especies, hábitats, procesos y ecosistemas- y Nuestro planeta cambiante -sistemas terrestres y oceánicos en el presente, el pasado y el futuro para comprender mejor y proteger el entorno en evolución-.
Durante sus 129 años de historia, National Geographic ha ayudado a desvelar al mundo maravillas como las ruinas de Machu Picchu, a proteger especies en peligro de extinción o a documentar las mayores migraciones humanas. La primatóloga Jane Goodall, el oceanógrafo -y descubridor del RMS Titanic- Robert Ballard o el biólogo marino español Enric Sala, recibieron en su momento el respaldo de National Geographic.
Junto al vicepresidente de Iniciativas Globales de National Geografic Society, han participado en esta presentación cuatro científicos españoles que han logrado una de las becas. Todos ellos han destacado la "facilidad" para realizar los trámites de solicitud -los 365 días del año-, la "sencillez" para exponer su proyecto en tres folios y la "rapidez" de respuesta por parte de la organización.
"Estas becas son muy fáciles de pedir, a diferencia con las públicas en España y la Unión Europea, donde los procesos son muy engorrosos", ha explicado la española Soledad Domingo, doctora en Geología en el departamento de Paleobiología del Museo de Ciencias Naturales-CSIC, que durante 2016 disfrutó de una de estas becas para su investigación iniciada en 2005, en los yacimientos madrileños del Cerro de los Batallones (Torrejón de Velasco), ricos en herbívoros, y, gracias a la cual, ha podido estudiar el modo de formación de los mismos.
Junto a Laura Domingo, su hermana Soledad también ha expuesto en una charla con medios de comunicación las bondades de estas becas, no sólo por la financiación, sino por el "prestigio" que da a quienes las logran. Esta joven va a ser empleada en una investigación, junto a varios equipos de ese país y Estados Unidos, sobre mamíferos fósiles en yacimientos de la pampa argentina. "Hay armadillos del tamaño de un coche, perezosos de dos metros", ha explicado con entusiasmo esta investigadora del Instituto de Geociencias del CSIC y la UCM.
"La película Gorilas en la niebla fue mi primer contacto con National Geographic y años después es un sueño que se ha cumplido", ha afirmado David Velázquez, otro de los agraciados de este programa, investigador polar de la Universidad Autónoma de Madrid, al que la beca le permitió ampliar su investigación, ya en marcha, en el Ártico y la Antártida durante el verano de 2012, sobre comunidades microbianas. "La beca nos sirvió para hacer más viajes en helicóptero para hacer muestreos", ha asegurado este científico, que no descarta solicitar otra.
También Reyes Alejano, ingeniera de Montes e investigadora en la Universidad de Huelva, ha dado a conocer su experiencia con esta beca que le ayudó a proseguir con sus trabajos para extraer información contenida en la madera de árboles vivos, a través de los anillos, con el objetivo de obtener información sobre historia ecológica, especialmente climática y de gestión de árboles. "Te sientes investigador y formas parte de la comunidad científica que te ha inspirado toda tu vida", ha subrayado Alejano, que ahora colabora con el Instituto Jane Goodall.