El diablo viste de Prada fue primero un best seller y, cuando el libro se llevó al cine, también le acompañó el éxito. La cara oculta del mundo de la moda interesa. Por eso, no es de extrañar que Lucinda Chambers, que hasta hace unas semanas era editora de la edición británica de Vogue, haya decidido hablar para desenmascarar a la cabecera.
En total, 36 son los años que ha estado ligada a una de las revistas de moda con más poder en el mundo, tiempo en el que ha podido conocer de primera mano todas las mieles del éxito, pero también lo más desconocido.
¿Por qué algunas marcas copan las portadas de la mayoría de las revistas y otras prácticamente no cuentan con el apoyo de la prensa especializada? Lucinda Chambers se ha explayado sobre su salida de la revista de Condé Nast y la web Vestoj tiene la respuesta. "No todas (mis producciones) han sido buenas. Algunas han sido una mierda. La portada de junio con Alexa Chung en la que llevaba una estúpida camiseta de Michael Kors es una mierda, pero es un gran anunciante. Sabía que tenía que hacerlo", reveló la periodista que, según confiesa, fue despedida en tres minutos por Edward Enninful, la persona que la ha sustituido en el cargo.
Y tras muchos años vinculada al mundo de la moda, ahora es cuando habla claro. "La ropa es irrelevante para la mayoría de la gente, es tan ridículamente cara... Lo que las revistas quieren hoy es lo último, lo exclusivo. Es una pena que las revistas hayan perdido la autoridad que alguna vez tuvieron. Han dejado de ser útiles", ha dicho.
Ahora, Lucinda Chambers está cansada de que la prensa le genere necesidades y de que lo útil no pueda ser aspiracional. "En la moda siempre intentamos que la gente compre algo que no necesita. No necesitamos más bolsos, camisas o zapatos", dice. Y termina reflexionando: "Sé que las revistas brillantes están destinadas a ser ambiciosas, pero ¿por qué no ser útil y aspiracional? Ese es el tipo de revista de moda que me gustaría ver".