A Whitney Houston le pudo salvar su asistente-amiga-amante
Ni Bobby Brown ni Cissy Houston podían ver ni en pintura a Robyn Crawford, pero todos aseguran que si la asistente de Whitney Houston no hubiera desaparecido de su vida, hoy la cantante seguiría viva. El romance secreto entre la diva musical y su amiga íntima centra gran parte de Whitney: Can I be me, documental codirigido por Nick Broomfield y Rudi Dolezal estrenado el miércoles 26 de abril durante el Festival de Cine de Tribeca (Nueva York) y que será emitido por Showtime durante el verano.
La cinta incluye entrevistas en profundidad a familiares, amigos y personas cercanas a la cantante y se señala la relevancia de la relación que unió a ambas mujeres. Se conocieron cuando eran adolescentes y trabajaban en un centro comunitario de East Orange (Nueva Jersey). Con los años, Robyn Crawford se convirtió en su asistente y más tarde sería su directora creativa.
El reportaje señala de manera convincente que la relación de Crawford con Whitney era más que platónica. "No creo que fuera homosexual, creo que era bisexual", dijo el amigo y estilista Ellin Lavar. "Robyn se fue y esa fue la caída de Whitney. Robyn era la persona que la mantenía unida a la vida", recuerda Lavar. "Robyn le proporcionó un lugar seguro, en el que Whitney encontró consuelo", añadió.
"Robyn y Whitney eran como gemelas. Eran inseparables", dice en el documental Kevin Ammons, miembro del equipo de seguridad de la estrella musical. "Bobby Brown y Robyn Crawford eran como el fuego y el hielo. Se odiaban mutuamente", admitió David Roberts, el guardaespaldas de Houston. "Ambos luchaban por el afecto de Whitney. Bobby y Robyn tuvieron algunos altercados físicos y hubo momentos en los que él no fue siempre el ganador", subrayó.
Las tensiones entre la asistente y el marido de la protagonista de El guardaespaldas llegaron a su punto álgido al final de la gira My love is your love (1999), y fue entonces cuando Robyn decidió marcharse. "Creo que Robyn fue probablemente la única persona que comprendió completamente a Whitney. Confió en Robyn el 100%. Era su confidente y esa era la fuente de la fricción con su esposo", señaló la realizadora Dolezal, que junto a su compañero Nick confirmaron haber sufrido presiones legales sobre la producción, aunque no quisieron desvelar de dónde venían.
En 2013, la madre de Whitney Houston, Cissy Houston, dijo en el espacio de Oprah Winfrey que le habría molestado el hecho de que su hija fuera lesbiana. Cissy Houston también escribió por primera vez en el libro Remembering Whitney, sobre la relación de su hija con Crawford: "Simplemente no la quería con mi hija. No sé nada de una relación romántica. Eso es lo que dijeron todos, pero tampoco lo sabían".
Incluso el que fuera marido de Whitney durante 14 años, Bobby Brown, hablaba abiertamente de este relación en su libro de memorias Every little step, publicado en 2016. A pesar de aquella relación tumultuosa que mantuvieron ambos durante años, Bobby admite la importancia de la relación entre ambas amigas. "Realmente siento que si Robyn hubiera sido aceptada en la vida de Whitney, hoy ella estaría viva", relató el músico de 48 años.