Pablo Iglesias, del plató al escaño
Del plató al escaño en Estrasburgo. El profesor de Ciencias Políticas y cabeza de lista de Podemos, Pablo Iglesias, ha sido una de las grandes sorpresas de la noche electoral de las europeas al conseguir 1.239.133 votos -el 7,96% de los sufragios- y cinco escaños en la que es su primera comparecencia ante las urnas.
La entrada de Iglesias en la Eurocámara confirma de este modo la incorporación de una nueva fuerza al panorama político español. De hecho, Podemos ha conseguido ser la cuarta formación más votada, después de Izquierda Unida, que ha alcanzado seis escaños, y por encima de UPyD, que consigue cuatro.
Durante la campaña electoral, el nuevo partido ha utilizado la repercusión mediática de Iglesias en las tertulias y su papel como azote de la derecha
Iglesias aseguró durante el acto de presentación del partido que aceptaba ponerse al frente del proyecto al entender que, "por desgracia", las organizaciones de la sociedad civil necesitan actualmente una cara conocida que sea capaz de movilizar a la gente. "Hay poquitas personas que puedan dar un paso como éste. Lo podía haber dado Alberto Garzón -el diputado de IU- o Ada Colau -exportavoz de la PAH- y muy poquitos más", aseguró entonces.
"Si las organizaciones de la sociedad civil fueran más fuertes no sería necesario que un tipo con coleta discutiera con Alfonso Rojo o con Francisco Marhuenda en la televisión para emocionar en la gente en su casa", explicó, haciendo referencia a dos de los tertulianos con los que más enfrentamientos ha protagonizado en el medio.
No obstante, la campaña no ha estado exenta de voces críticas que acusaban al proyecto de ser demasiado personalista en torno a la figura de Iglesias; críticas que se acrecentaron cuando el partido decidió sustituir el logo registrado en el Ministerio del Interior por uno con la cara de Iglesias.
Desde la formación argumentaron que este cambio se debía a la necesidad de "reforzar la conexión" entre el número uno de la lista de Podemos para las europeas y el conjunto de la candidatura, ya que todos los estudios que manejan coinciden en que "entre los ciudadanos es mucho más conocido Pablo Iglesias que la iniciativa". "Pero que cuando se sugiere su existencia, la gran mayoría manifiesta simpatía por los postulados centrales", añadían.
Entre dichos postulados centrales, que Iglesias se encargará ahora de defender desde su escaño en Estrasburgo, está por ejemplo la necesidad de poner en marcha una auditoría ciudadana de la deuda pública y privada "para delimitar qué partes de éstas pueden ser consideradas ilegítimas", medida que ya fue adoptada por el Gobierno de Ecuador de Rafael Correa y que el profesor ha utilizado como ejemplo de cómo se debería hacer.
De hecho, Iglesias ha defendido en varias ocasiones que los gobiernos de izquierdas latinoamericanos constituyen un ejemplo de que es posible "hacer una gestión postneoliberal de la crisis", sin cuestionar "ciertas reglas de la economía de mercado, aunque planteando un horizonte socialista".
En esta línea, Podemos también aboga por recuperar el control público en sectores estratégicos de la economía como las telecomunicaciones, la energía, la alimentación, el transporte, el sanitario, el farmacéutico y el educativo, "mediante la adquisición pública de una parte de los mismos, que garantice una participación mayoritaria pública en sus consejos de administración y/o creación de empresas estatales que suministren estos servicios de forma universal".
"Todo este programa de reformas se verifica como posible y viable si vemos lo que ha pasado en América Latina en los últimos años. Aunque con contradicciones y problemas, los resultados son espectaculares en Venezuela, que se ha convertido en el país que más ha reducido la desigualdad, o en Bolivia y Ecuador", aseguraba en una entrevista en el canal Cubainformación.
Asimismo, Iglesias y su partido también defienden la necesidad de abrir un proceso constituyente que establezca nuevas bases jurídicas de convivencia para garantizar los derechos sociales de la población, en las que elementos como la propiedad privada estén subordinados al interés social.
Otra de las bases que sustentan su programa es la apuesta por impulsar la participación ciudadana a través, por ejemplo, de la creación de un Comisariado de Participación en la Comisión Europea o de la puesta en marcha obligatoria de unos "presupuestos participativos" en todos los ámbitos de la administración.
Además de su programa, Podemos elaboró un decálogo de compromisos que ahora Pablo Iglesias y los otros cuatro nuevos eurodiputados de la formación deberán cumplir desde sus escaños entre los que figuran, entre otros, la obligación de que la retribución neta mensual que perciban sea como máximo tres veces el salario mínimo español, es decir, unos 1.935 euros en 14 pagas, y de destinar el dinero sobrante a financiar a la formación o a otros proyectos que compartan los fines de Podemos.
Junto a Pablo Iglesias, ocuparán escaño en el Parlamento Europeo la profesora de secundaria y activista de la Marea Verde Teresa Rodríguez, el exfiscal especial Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo; la politóloga Lola Sánchez, y el científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Pablo Echenique-Robba.