Javier Couso, hermano del cámara asesinado durante la guerra de Irak en 2003, ha criticado los sucesivos intentos de la Fiscalía para archivar el caso y ha asegurado que "la única manera de haber seguido estos diez años" es el apoyo popular que ha recibido la familia para seguir luchando por la causa de su hermano. Cuando este lunes se cumple el décimo aniversario de la muerte de Couso en el hotel Palestina de Bagdad, a consecuencia de un disparo de las fuerzas militares estadounidenses, su hermano ha manifestado a Europa Press su "satisfacción profunda" porque gracias al Tribunal Supremo y al "tesón" del juez Santiago Pedraz el caso sigue abierto "a pesar" de la Fiscalía.
Couso se ha mostrado muy crítico con la actitud de la Fiscalía en estos diez años de caso y ha apuntado que el Ministerio Fiscal "ha pervertido su naturaleza al convertirse en abogados defensores de los militares estadounidenses" e intentar "dejar sin amparo ni tutela a un ciudadano español".
Recientemente, y en respuesta a la solicitud de archivo provisional realizada por el Ministerio Fiscal el pasado mes de febrero, el juez Santiago Pedraz ha admitido a trámite las nuevas diligencias presentadas por la defensa.
Preguntado por las perspectivas que tiene la familia, Javier se ha mostrado convencido de que Estados Unidos "va a seguir incumpliendo el tratado bilateral", porque es un país que muestra "un desprecio absoluto al derecho internacional cuando no le interesa". "Somos aliados, pero nos tratan como una colonia, ninguneando a un tribunal legal, como es la Audiencia Nacional", ha apuntado.
La de José Couso es la única causa en el mundo abierta contra marines estadounidenses. Actualmente, están procesados los tres militares que ordenaron, autorizaron y efectuaron el disparo que acabó con la vida de Couso. También están imputados dos de sus superiores como ejecutores de un plan "para evitar que los medios de comunicación pudieran informar", según señala el auto del juez.
La familia considera "una gran victoria" que estos "tres presuntos criminales, y dos imputados" vayan a estar "toda su vida con esa mancha de ser dos criminales de guerra". "Y quién sabe si algún día si salen de EEUU puedan ser detenidos", ha añadido Couso, quien ha pedido a Interpol ejecute la orden de búsqueda y captura dictada por el juez de instrucción.
Couso ha asegurado que la "única manera de haber seguido estos diez años" es el apoyo popular, que siempre ha mirado la causa de su hermano con "simpatía". Siempre ha habido un interés con altos y bajos porque las luchas de largo recorrido son así de complicados", ha reconocido. Más crítico se ha mostrado con los sucesivos gobiernos que han pasado mientras la causa permanecía abierta, a los que ha acusado de no hacer nada por ayudar y tratar de cerrar el caso.
Sobre el estado actual de los corresponsales de guerra, Couso ha opinado que "aquel triple asesinato" del 8 de abril, en el que falleció su hermano, "ha dado sus frutos", y ante los riesgos a los que se enfrentan los reporteros y los elevados costes que suponen para los medios, actualmente se está produciendo "un desmonataje absoluto del periodismo de guerra". "A los corresponsales de guerra no interesa mandarlos", ha señalado.
José Couso murió el 8 de abril de 2003, a consecuencia de un disparo de las fuerzas militares estadounidenses al hotel Palestina de Bagdad, sede de la prensa independiente. Otros dos periodistas perdieron la vida consecuencia del ataque. Hasta el momento, ningún responsable ha sido juzgado.