'Perfectos desconocidos', cena de amigos que acaba en "una película de acción"
El director de cine Álex de la Iglesia rueda Perfectos desconocidos, un remake de la comedia italiana Perfetti sconocitti. El filme se desarrolla en un apartamento en Madrid, donde unos amigos se reúnen para cenar y deciden poner los teléfonos móviles a la vista de todos. Durante una noche dejarán su vida entera a la vista de los demás.
De la Iglesia ha explicado en un descanso del rodaje que en estas circunstancias "una cena se puede convertir en una película de acción". Al tiempo, realizar un largometraje en un solo espacio y tiempo también ha supuesto "un reto cinematográfico" para el director.
"En esta película es tan importante lo que se dice como lo que se hace, y esto genera que la película sea una de las más complejas que he rodado nunca", ha confesado. Así, ha explicado que lo normal en un filme es grabar diálogos, pero en este caso, además, se deben capturar las reacciones de los personajes, lo que genera "un bosque de miradas". Asimismo, ha indicado que se trata de una planificación "infinitamente más compleja" de lo que pensaba en un principio.
Por otro lado, De la Iglesia considera una apuesta "muy grande" como director técnico el hecho de enfrentarse a un remake y ha asegurado que, a la hora de hacer una película ya producida, cree que al ejecutar un guión ya elaborado las ideas se defienden con más hincapié que las propias.
"Cuando trabajas con el material de otro, eres más estricto y exigente con lo que se busca", ha confesado. Aun así, el director ha subrayado desde el primer momento que la película es suya, no "un encargo", porque para dirigir un filme tiene que "disfrutar" con lo que está haciendo, si no nadie se la cree.
Además, ha explicado que en la adaptación, los personajes son "muy parecidos a la versión italiana, pero que hay relaciones y movimientos emocionales que no están en la italiana. La diferencia no es tanto de espíritu nacional, sino espíritu personal del director. La visión del director italiano es muy diferente a la mía; su manera de comportarse y de rodar con respecto a los personajes es diferente. La suya funciona, pero da como resultado una película que quizá está alejada de lo que yo busco", ha confesado.
En ese sentido, destaca de su adaptación la manera de tratar a los personajes. Mientras que en la producción italiana se adopta una versión "fría" de los protagonistas, De la Iglesia prefiere que el espectador "sienta que está cenando" cuando vea la película.
Para ello, considera que se debe mezclar esa "batalla de sentimientos" con una cena real. Por ejemplo, representar el sonido de las personas masticando, lo que a su vez provoca repetir siete veces la misma toma para que "funcione y se hable en el momento adecuado". Este es otro de los retos a los que se ha enfrentado el director en el largometraje. "Es curioso cómo las pequeñas cosas se convierten en grandes dramas cinematográficos, eso es muy atractivo", ha indicado.
Asimismo, De la Iglesia ha señalado la importancia de los protagonistas de la adaptación española, cuyo elenco está formado por Ernesto Alterio, Juana Acosta, Eduard Fernández, Dafne Fernández, Eduardo Noriega, Belén Rueda y Pepón Nieto.
En la película, Alfonso (Eduard Fernández) y Eva (Belén Rueda) son un matrimonio preocupado por la monotonía de su vida; Antonio (Ernesto Alterio) y Ana (Juana Acosta) son una pareja de abogados que viven una situación matrimonial difícil; Eduardo (Eduardo Noriega) y Blanca (Dafne Fernández) son una pareja que no tiene los mismos objetivos de futuro, y Pepe (Pepón Nieto) es un profesor en paro viviendo una situación difícil.
En este contexto, el director ha explicado que algunos personajes, como el de Pepón Nieto, los tenía en la cabeza al ser su "alter ego" el protagonista. Además, ha confesado que para realizar una película le gusta escoger el reparto según lo que ya representan, no por lo que puedan llegar a hacer.
"Ernesto y Juana son pareja, eso ayuda mucho en la película. Pueden llegar a ser más crueles porque saben el mecanismo de una pareja. Me resulta muy interesante que la persona tenga un peso que añada al personaje", ha destacado.
En los últimos años, el director ha ido enlazando un proyecto con otro, lo que considera que es gracias a un equipo con el que ahora trabaja, que le permite hacer lo que antes no podía realizar por su cuenta. Además, sus últimas películas están rodadas en espacios cerrados porque De la Iglesia lo considera "dramáticamente más atractivo".
"No es una idea mía. Creo que a todos los que dirigen les llega un momento en el que se dan cuenta de que no es un problema de formato o de caparazón, sino de la relación entre los personajes", señala.
Por ello, señala que la tensión se notará más en espacios cerrados porque ese espacio se convierte "en un mundo". Se trata de crear una situación en la que los personajes "se muevan y choquen contra la máscara". Aunque sus últimos proyectos estén enfocados en este sentido, ha asegurado que "perfectamente" pueden hacer todo lo contrario en la siguiente película.
El filme está producido por Telecinco Cinema, Pokeepsie Films y Nadie es perfecto, con la participación de Mediaset España y Movistar +. Cuenta con la distribución de Universal Pictures International Spain. Asimismo, han asistido al rodaje la actriz Carolina Bang, esposa de De la Iglesia, el productor Kiko Martínez (Nadie es perfecto), Ghislain Barrois y Álvaro Augustín, ambos de Telecinco Cinema.
Así, la sinopsis de la película está llena de interrogantes: Una extraña inquietud parece haberse apoderado de la ciudad. El tráfico se colapsa, las urgencias de los hospitales están a rebosar, los perros aúllan intuyendo el peligro que se aproxima: es el eclipse de luna. Su poderoso influjo afecta también a los protagonistas de esta historia, un grupo de amigos que se reúnen para cenar. Los anfitriones discuten alterados. Sus invitados están a punto de llegar y la cena no está preparada todavía. Alfonso y Eva, los dueños de la casa, profesionales bien situados, están preocupados por su hija adolescente y por lo monótona que se ha vuelto su vida. Eduardo y Blanca, una pareja en la que ella se quiere casar y él no; ella quiere tener un hijo, él ni se lo plantea. Antonio y Ana, un matrimonio con dos niños, a punto del divorcio. Pepe, un profesor en paro, que acude solo a la cena porque su novia está enferma... ¿o es tan sólo una excusa?
Una reunión de amigos como tantas otras, hasta que, de pronto, surge la idea. ¿Por qué no hacer algo distinto? Vamos a jugar a un juego. ¿Qué pasaría si dejásemos nuestros móviles encima de la mesa, al alcance de todos? Llamadas, SMS, Whatsapps, notificaciones de Instagram o Facebook, nuestra vida entera compartida al instante por todo el mundo.
¿Un juego inocente o una propuesta peligrosa? ¿Podrá soportar el grupo de amigos semejante grado de sinceridad, aunque sólo sea por un tiempo?