Ser una estrella de Hollywood no asegura el éxito en taquilla. El último ejemplo es el caso de los oscarizados Al Pacino y Anthony Hopkins, dos vacas sagradas del séptimo arte que han protagonizado el último fiasco cinematográfico. Su película Misconducten su primer fin de semana de exhibición en el Reino Unido.
Concretamente, la cinta, un thriller judicial, ha conseguido en taquilla 124 euros. Esto, comparado con los 11 millones de dólares (9,6 millones de euros) de presupuesto, supone un llamativo pinchazo cinematográfico. Cierto es que la película ha tenido un debut muy modesto en los cines británicos, exhibida tan solo en cinco cines, pero no es menos cierto que su éxito en ellos ha sido casi nulo, ya que, de media, Misconduct habría recaudado 24,8 euros por sesión.
El estreno coincidió, además, con el lanzamiento digital de la película, por lo que también se puede ver desde casa. La cinta se exhibe en cines de regiones como Kidderminster y Burnley, y cobrando la entrada a casi ocho euros. Esto significa que había menos de cuatro personas por sesión en cada cine.
Misconduct ha recibido malas críticas desde diversos medios especializados. Así, en The New York Times se preguntan "cómo pudieron enredar a actores de la talla de Hopkins o Pacino para aparecer en ella". Incluso una crítica de The Observer señala que debería "enseñarse en las escuelas de cine como un manual de cómo no hacer una película".
Misconduct narra la historia de un abogado (Josh Duhamel) involucrado en una trama de secuestro y asesinato. En la película dirigida por Shintaro Shimosawa también participan Alice Eve, Julia Stiles y Malin Akerman.
La cinta es el primer proyecto de Shimosawa como director, aunque ya participó en la producción de películas como El grito y El grito 2, y en series de televisión como Ringer, The following o Intelligence.