Discutido segundo puesto de Manuel Filiberto de Saboya en Sanremo
La 60 edición del Festival de la canción italiana de Sanremo terminó con un gran éxito por su récord de audiencia (53% de share), pero con la polémica por el segundo puesto que consiguió el trío del que formaba parte el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia. "Sanremo se rebela al príncipe en la final", destaca en portada el diario La Repubblica, resumiendo el clima en el que terminó anoche el teatro Ariston, escenario tradicional del Festival, que acogió con abucheos y pitos el resultado -gracias a un complicado sistema en el que se privilegiaba el voto del público en casa- de la canción Italia amor mío, interpretada por el veterano cantante Pupo, el tenor Luca Canonici y el príncipe Manuel Filiberto.
También la orquesta, como hoy se aprecia en las fotos publicadas en todos los periódicos, se rebeló al veredicto del televoto rompiendo y arrojando las partituras al escenario. Mientras la presentadora Antonella Clerici intentaba calmar los ánimos explicando que estas eran las reglas del concurso, gustasen o no. Y es que a los puristas del Festival de Sanremo, orgullo de la tradición del espectáculo y la canción nacional, que gane el heredero de los Saboya, un más que discreto cantante, no ha sentado muy bien.
Tampoco se ha apreciado que Manuel Filiberto interpretase una canción que elogiaba la tradición y la cultura italiana, cuando el príncipe nacido en Francia, pisó territorio italiano por primera vez en 2002, después de que el Parlamento italiano derogara la disposición que desde 1946 prohibía a los varones de esta Casa real regresar al país.
La canción de Manuel Filiberto de Saboya convertido ahora en hombre del espectáculo, como demuestra su última participación en la versión italiana del concurso Mira quién baila, fue eliminada en el primer día del concurso, pero después tras la repesca consiguió subirse al segundo escalón del podio. "Quienes protestan son pocos, son muchos más los que han enviado sus sms", sentenció el heredero de los Saboya.
La 60º edición de Sanremo, una de la más vistas, con una audiencia récord de 11 millones de personas en la final de anoche, la ganó Valerio Scanu, un cantante de 19 años que había saltado a la fama en el programa Amici (Amigos), uno de los programas para descubrir los talentos italianos.
En , mientras que se llevó el premio en el concurso dedicado a las jóvenes promesas Tony Maiello, también salido de este programa de cazatalentos. el tercer puesto se colocó Marco Mengoni, ganador de la última edición del concurso televisivo Factor X
Ganan, destacan hoy todos los medios de comunicación, los "triunfitos", aquellos jóvenes cantantes conocidos al gran público por su participación en concursos televisivos. Como en las últimas ediciones, los más apreciados por la expertos como Irene Grandi, Simone Cristichi o Malika Ayane, quien recibió el premio de la Crítica, se han quedado fuera del podio.