Ahora que Tirso sabe que Romero ha vuelto al barrio y que es el asesino de pandilleros, está determinado a encontrarlo y acabar con él, por lo que acude a Dulce para tenderle una trampa. Sin embargo, Ezequiel descubre que el ferretero estaba presente cuando asesinaron a Quini y su secuaz e inmediatamente sospecha que podría ser él el autor de los asesinatos. El policía empezará a investigarlo con la ayuda de Camila, a pesar de que hay tensión entre ellos después de que tuvieran relaciones. Por su parte, Gladys tiene que abandonar el piso de Alicia de manera inmediata y Tirso se ve obligado a ofrecerle su casa, aunque sabe que es mala idea dar un paso en su relación ahora que sabe que está enfermo. Es consciente de que debería alejarla, no acercarla más a él.