Las cosas se van complicado para Şebnem: la herida de arma blanca en su pierna está empeorando y el comportamiento de su marido es cada vez más esquivo y extraño. Para colmo, las sospechas de Mesut hacia ella han ido en aumento. El policía cree que es mucho más lista de lo que aparenta y está seguro de que la joven y el desaparecido Niyazi han mantenido algún tipo de contacto. Decidido a averiguar el origen de esa posible conexión, emprende un viaje a Esmirna para bucear en su pasado.
Por otra parte, además de intentar solucionar sus problemas actuales, Şebnem tiene que hacer campaña para las próximas elecciones de la asociación y seguir trabajando en su ascenso en la élite de la sociedad. A medida que su influencia crece, lo hace también la animadversión de su suegra, Aysel, que cada vez la ve con peores ojos.