Playas vírgenes, arquitectura asombrosa y la esencia de la cultura de México, en ‘Viajeros Cuatro’
En la nueva entrega que Cuatro emite mañana miércoles 23 de agosto (22.50h), ‘Viajaros Cuatro’ viaja hasta el estado de Jalisco y hace parada en Guadalajara y Puerto Vallarta.
Playas vírgenes bañadas por el Pacífico, arquitectura asombrosa, la esencia de su ancestral cultura y la calidez de sus gentes: ‘Viajeros Cuatro’ viaja hasta México para visitar dos de sus ciudades más emblemáticas y especiales, Guadalajara y Puerto Vallarta, con un equipo capitaneado por la reportera Lourdes Gordillo, en la entrega que Cuatro emite mañana miércoles a las 22.50h.
En Guadalajara, capital de Jalisco y segunda ciudad más grande del país, junto a la cantante de rancheras Noelia Zanón, el programa descubre por qué la ciudad se llama así y visita su centro histórico hasta llegar al monumento más antiguo y representativo: la Catedral de la Plaza de Armas, construida en el siglo XVI. Tras pasar por el Teatro Degollado, ‘Viajeros Cuatro’ se adentra en la cultura mexicana recorriendo Tlaquepaque, un pueblo en el que parece que el mundo se detiene.
El punto gastronómico del recorrido lo pone el Chef Poncho, que muestra el Mercado de Santa Tere y elabora una de sus exitosas recetas. Por otro lado, el programa visita una fábrica tequilera donde explican la historia y el proceso de elaboración de este famoso licor, el más típico de México.
De la ‘Perla tapatía’, Guadalajara, al paradisíaco Puerto Vallarta
La ruta continúa en la costa del Océano Pacífico, donde se encuentra el paradisíaco Puerto Vallarta, con las calles del centro; ‘La casa Kimberly’, mansión que fue el nido de amor de Richard Burton y Elizabeth Taylor, ahora convertida en un hotel de lujo. El Parque Nacional de Islas Marietas, compuesto por la isla Larga y la isla Redonda, y las cristalinas aguas de Playa Escondida, son otros de los puntos de recorrido antes de ir a Nuevo Vallarta, el lugar en el que se encuentran las urbanizaciones más exclusivas de la zona, y el mercado del Mar, donde cada día llegan cientos de pescadores con género fresco para vender.
“Todos los atardeceres son diferentes. Sales del trabajo, vienes a ver el atardecer y se te olvida todo lo malo. Por estos atardeceres me quedé aquí”, confiesa uno de los protagonistas del reportaje.