Un viaje sobrevenido a Tánger para que Marisol cumpla su sueño de ser modelo será el germen de una idea luminosa en la familia Jiménez: celebrar los bautizos de Danielita y la recién llegada Libana en esa ciudad de ensueño. Las peripecias de la abuela de la familia en este nuevo rol y la entrañable celebración familiar podrán verse en el desenlace de ‘Mi Gran Bautizo Gipsy’, que Cuatro emite mañana miércoles a las 22:50h.
A falta de la emisión de su cuarta entrega, el último spin-off de ‘Los Gipsy Kings’ acumula una media del 7,8% de share y 774.000 espectadores, lo que lo convierte en la edición más competitiva desde la emisión de ‘La boda de La Rebe’ en 2018 y en uno de los espacios de producción propia con mejor rendimiento de la presente temporada en Cuatro.
Con una evolución ascendente en sus tres primeas entregas, el programa producido en colaboración con Beta Spain ha sido la opción preferida entre toda la oferta de su franja de emisión por los espectadores de 13 a 24 años, en la que crece hasta el 17,7%. También incrementa su dato en los públicos de 4-12 años (14%), 25-44 años (13,3%) y 45-54 años (9,2%), así como en el target comercial (9,4%). Las peripecias de los Jiménez son también la primera opción en Andalucía (12,9%).
Los Jiménez, de celebración en Tánger
En la última entrega de ‘Mi Gran Bautizo Gipsy’, Jose, Rebe, Dani y Marisol ponen rumbo a Tánger para que, gracias a las Amiras, viejas conocidas de la familia, Marisol pueda cumplir su sueño de ser modelo. En Sevilla, Susi, Iván y Graciela se han quedado cuidando de los pequeños. Como Susi está aún convaleciente e Iván ayuda entre cero y nada, Graciela no da abasto.
Mientras, en Tánger, Marisol está pletórica en su nuevo papel. Deslumbrada con las ropas típicas, el lugar y sus gentes, propone celebrar allí el bautizo de Danielita y Libana. Con ayuda de las Amiras, que están encantadas de colaborar de nuevo con la familia, se ponen manos a la obra para encontrar el espacio y los vestidos adecuados.
Los Jiménez asistirán al completo en Tánger a una nueva e inolvidable reunión familiar en la que no faltarán brillos, chilabas, emoción, discursos y música, un evento que se verá tácitamente empañada por la certeza de que, al concluir, deberán separarse cada uno por su lado, lo que seguro dará lugar a nuevas aventuras.