El SIDA apareció en la década de los 80 cuando médicos estadounidenses empezaron a observar que había grupos de pacientes con enfermedades muy poco comunes. El SIDA se desencadena a partir de un virus que se transmite mediante el contacto directo con fluidos corporales infectados y este virus provoca una inmunodeficiencia en el organismo al atacar a un tipo de glóbulos blancos que son los que ayudan a combatir las infecciones. Dado que generalmente quien contrae SIDA padece varias enfermedades a la vez, y no una sola, al hablar del SIDA decimos que es un síndrome. El virus se denomina VIH (virus de inmunodeficiencia humana).

Se calcula que el VIH afecta a 37 millones de personas en todo el mundo y tan sólo un 40% de ellas recibe tratamiento antirretroviral. Desde el inicio de la pandemia, 39 millones de personas han muerto a causa del sida en todo el mundo y cada 15 segundos se produce una nueva infección o lo que es lo mismo cada año se notifican más de 2 millones de nuevas infecciones. En España la epidemia llegó sin control en los años 80 colocándose como el país europeo más afectado por el VIH.

El campo de la investigación ha sido fundamental para hacer que el número de casos de SIDA descienda año tras año en los países en que existe un buen acceso al tratamiento antirretroviral. La fundación Lucha contra el SIDA, fundada desde el año 1992, reivindica la importancia de investigar y la necesidad de recaudar fondos para seguir avanzando y poder erradicar este virus y así lo ha demostrado su presidente Bonaventura Clotet que se sitúa como uno de los referentes mundiales en la investigación contra el VIH debido a los numerosos avances alcanzados. Durante más de 35 años de carrera ha publicado más de 800 artículos en revistas científicas internacionales.

La ciencia y la investigación han logrado por primera vez la cura funcional de un paciente infectado por VIH y recientemente Sanidad se ha comprometido a implementar en breve la píldora preventiva del SIDA la Profilaxis Preexposición (PrEP), un fármaco que previene el contagio por VIH. La ciencia también nos avanza inyecciones de anticuerpos contra el SIDA o trasplante de células madre que podría erradicar el VIH. El avance de la ciencia en estos últimos años ha sido determinante para poder “controlar” esta epidemia y conseguir una mejor calidad de vida en los enfermos. Sin embargo, todo esto no hubiese sido posible sin una investigación por ello hay que recordar una vez más la importancia de investigar y tener los recursos y fondos necesarios para que la ciencia pueda avanzar y lograr una cura definitiva.

En el futuro se espera la creación de una vacuna del SIDA que prevenga la transmisión del VIH. Los investigadores trabajan en la actualidad en más de 30 posibles vacunas.